De acuerdo a la Sociedad Chilena de Pediatría, las niñas y niños en el país pasan entre 5,3 y 6,1 horas diarias frente a las pantallas, lo que equivale a más de un tercio de su tiempo despiertos. Dicha cifra preocupa a los expertos, ya que se ha instalado como la forma más utilizada para el entretenimiento, dejando atrás las horas de juego entre sus pares. En respuesta a la necesidad de que los más pequeños vuelvan a divertirse utilizando sus habilidades naturales nace el proyecto educativo de Ludotecas Escolares, es decir, una biblioteca, pero de juegos de mesa.
“Es una herramienta para el aprendizaje social y emocional de estudiantes, docentes y apoderados, que aporta una mejora evidente en la calidad educativa de cada institución, desde lo cognitivo hasta lo social”, explica María Cristina Sierra, especialista en bienestar infantil y co fundadora del inédito emprendimiento.
Y agrega: “Jugar es la actividad favorita de la infancia, es lo que nos constituye como niños o niñas y jugar con otros, estableciendo retos controlados impactando positivamente en su personalidad y desarrollo, haciendo niños y adolescentes más felices, mejorando las condiciones de enseñanza de los docentes y generando un círculo virtuoso para el proceso formativo. Además, se obtiene como resultado una disminución en el uso de pantallas, el fortalecimiento de los vínculos entre pares, mayores niveles de felicidad, predisposición al aprendizaje y disminución de la violencia escolar”.
El equipo, conformado por docentes y psicólogos, investigó miles de juegos de mesas disponibles en el país, seleccionó aquellos que pueden ser un aporte al desarrollo del currículo del MINEDUC, y los agrupó en 5 ludotecas, las que son adquiridas e instaladas en los colegios y escuelas. Las normativas de las que se hacen cargo son: integración y desarrollo de habilidades (o PIE), convivencia escolar, formación ciudadana (liderazgo, territorio y trabajo colaborativo), inclusión (o DUA, estrategia del Diseño Universal de Aprendizajes) y Estrategias de Transición (desde pre kinder a segundo básico, propiciando la autonomía y potenciando espacios lúdicos).
“Ya hay 52 ludotecas instaladas y esperamos poder llegar a más territorios, más realidades y más niños que van así poder volver a jugar. La más solicitada ha sido la de Convivencia Escolar, lo que tiene sentido si consideramos que, de acuerdo a la Superintendencia de Educación, las denuncias por maltrato entre alumnos aumentaron hasta un 81% respecto de los años previos a la pandemia”, enfatiza Sierra.
“Los niños juegan solos o con sus profesores y el tiempo que le dedican dependerá de cada docente o establecimiento. Puede ser en el recreo o como parte de una actividad en clase, lo relevante es que cualquiera sea la temática que se necesite enfatizar, existe un juego de mesa que puede ayudar a que el proceso sea más entretenido, que cale más hondo y que además genere efectos a largo plazo, como crear líderes o afiatar comunidades, entre otras cosas”, explica Cristina Sierra.
Ludotecas Escolares está presente en más de 15 ciudades a lo largo de Chile, entre ellas: Santiago, Copiapó, Coquimbo, Valparaíso, Quilpué, San Antonio, Linares, Concepción, Castro, Los Vilos, Tomé, Cartagena, Cauquenes, Rio Bueno y Los Andes. Actualmente, son 21 mil estudiantes y 1.800 docentes que cuentan con el apoyo de las 52 ludotecas desplegadas en 42 escuelas de 10 regiones del país, teniendo como objetivo alcanzar 300 escuelas en las distintas regiones.
Para más información ingresar a la web: https://ludotecasescolares.cl/ o al Instagram:
@ludotecasescolares