Los últimos eventos climáticos han dejado al descubierto la fragilidad de las planificaciones urbanas en las grandes ciudades de nuestro país. Las lluvias torrenciales han acarreado consigo diversos problemas relacionados con la infraestructura que, por momentos, paralizaron puntos estratégicos de diversas urbes. El fenómeno de “El Niño”, inserto dentro del casi inevitable proceso del Cambio Climático, tiene de aliado al crecimiento espontáneo de las ciudades y la deformación de cauces y ríos.
Por lo mismo es que el profesor de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la PUCV, Álvaro Mercado, sostuvo que “la planificación urbana tiene que estar preparada para estas transformaciones, adaptarse y por lo mismo ser resiliente y sostenible, lo cual implica coordinación entre todos los ministerios, las comunas y sus municipios e indudablemente la comunidad a través de la participación ciudadana”.
Si se pretende evitar colapsos y caos urbanos tras el paso de algún sistema frontal, Mercado, quien también es magíster en Ciudad y Territorio de la PUCV, señaló que “lo importante es actualizar el registro del crecimiento de la ciudad. Se debe hacer un análisis de cómo han cambiado distintos elementos como los esteros o ríos y cómo se han ido transformando; muchos de los desastres que vemos hoy en día son porque los ríos han sido modificados y han recuperado su espacio o el ancho de sus cauces que antes fueron modificados por intervención humana”.
Otro de los puntos que juega en contra a la hora de enfrentar eventos climáticos complejos, son los asentamientos irregulares. “Una de las grandes problemáticas que hemos identificado es el crecimiento informal de las ciudades, donde existe mucha irregularidad en cuanto a la habitación y residencia e implica un crecimiento formal en todos los aspectos urbanos que muchas veces va más lento que el crecimiento espontáneo o informal”, señaló Mercado, quien agrega que “también existe muy poca coordinación entre distintas comunas con sus periferias y con elementos, como un río, que puede cruzar más de un territorio”, resaltó.
Por último, el especialista señaló que el futuro no es muy auspicioso, sobre todo considerando el factor del cambio climático que afecta hoy en día al mundo. “Tenemos las lluvias que son esporádicas y dejan grandes catástrofes, pero también está la sequía, que va a provocar otro tipo de inconvenientes y que finalmente empeorarán la calidad de vida de las personas. Si no se hace una transición hacia una planificación urbana más sostenible, se prevé un futuro lleno de vulnerabilidades tanto físicas como sociales”, afirmó.