El ganadero Ricardo Núñez junto a su médico veterinario acudieron al Consejero Regional Pablo del Río para solicitar gestiones con las autoridades del SAG, Salud, Municipio y policías que permitan adoptar medidas ante la creciente amenaza que a diario sufren sus animales.
En los últimos 18 meses más de 200 ejemplares de ovinos han muerto por mordeduras de perros asilvestrados y domésticos, provenientes de casas cercanas a su predio ubicado en el límite de Talca con Pencahue.
“Los daños son millonarios y si esto no logramos controlarlo pronto, tendremos que terminar la actividad agrícola a la que por tantos años nos hemos dedicado”, advirtió afligido el criancero.