Bien poco entusiasta el gobierno con las elecciones de este 7 de mayo para que la gente vaya a votar, versus toda la dedicación que le pusieron al Plebiscito de Salida del 4 de septiembre. Han dejado un proceso con bajo interés y nula información y, esto repercute, porque la ciudadanía puede confundirse con una postura a favor o en contra de la administración del Presidente Gabriel Boric que, por lo demás, ha causado inquietud en los partidos y candidatos.
Claro está que el gobierno maneja pronósticos poco alentadores para el oficialismo que competirá dividido, advierten derrota y, más aún, se puede ver a una derecha institucionalizada, con la arremetida del Partido Republicano por sobre el pacto de Chile Vamos o en su expresión de hoy, Chile Seguro.
Por la otra vereda, si el Partido Comunista sufre una paliza, Apruebo Dignidad se verá trastocada, porque ellos lideraron la pasada oportunidad de escribir una Constitución, con fanáticos tratando de imponer su agenda particular, dividiendo al país, fracturando la convivencia cívica y alejándose de la gente moderada dispuestas a acuerdos.
Al respecto, algo advierte el presidente de Cámara de Diputados Vlado Mirosevic, en sus intervenciones en prensa se ha notado más transversal, comentando que espera que triunfe una mayoría dialogante, para lograr una propuesta consensuada.
En tanto, hemos sido testigos de una campaña bastante privativa, da la sensación que desde la derecha a la izquierda no tuvieron la más mínima idea de qué se trataron estas elecciones, candidatos a constituyentes que se presentaron como si fueran diputados o senadores, incluso otros en contra o a favor del Mandatario.
Esto genera cuadros políticos especulativos, no pudiendo dominar mensajes para armar certezas comunicacionales de Chile Vamos, la izquierda y, por cierto, La Moneda. Fíjense que el Presidente lleva más de tres semanas sin responder preguntas a los periodistas.
En síntesis, la ultraderecha y los populismo avanzarán, si los Republicanos y el PDG obtienen más de 20 consejeros, equivalente a dos quintos, serán los dueños de la Carta Fundamental y los encargados de darle un mensaje de castigo al gobierno y también, a la derecha. Asimismo, a prestar atención cuál será el espacio para que el gobierne celebre, veremos si sus partidos remontan la diferencia que existió el pasado 4 de septiembre.
Desde un punto de vista de comportamiento de electores, a observar cómo la política chilena se expresa, ya con cambios significativos en los últimos años, con un aumento en la polarización y la aparición de nuevas demandas sociales.
Pablo Muñoz Morales
Profesor de Comunicación Estratégica
Director de Comunicaciones Santo Tomás, Talca