Una tradición traída de Europa del Este hace más de un siglo y un emprendimiento que partió por necesidad son las historias que presentamos en esta nueva entrega de la campaña de empatía regional Prefiero el Maule y el portal web El Maule Informa.
Andrea León y Jorge Zincker son un matrimonio santiaguino que reside en Talca hace 7 años. Y dos meses atrás lanzaron al mercado el licor de guinda ácida Vishniak Z que describen como “una alquimia de autor que fusiona la jovialidad veraniega de las guindas ácidas con una receta familiar ancestral”.
Andrea cuenta que “es un licor que hacía mi abuela Regina Testa Arueste, quien lo servía en ocasiones especiales en pequeñas cantidades. Ella aprendió de su madre y su abuela, migrantes provenientes de Monastir (hoy Bítola en Macedonia del Norte) que llegaron a Chile a principios del siglo XX”.
Agrega que “ella falleció hace algunos años y mi esposo que es químico y trabaja en la industria del vino quiso reproducir la fórmula siguiendo esta receta que viene del Europa del Este. El estuvo cuatro años haciendo prototipos hasta que mi tía, que siguió haciendo esta preparación, le dio el visto bueno”.
Luego “se lo mostramos a amigos y familiares y quedó tan bueno que pensamos lanzarlo al mercado. Y ahí postulamos a un Sercotec en 2021 y lo ganamos lo que nos permitió armarnos instalando una pequeña bodega, unos estanques y todos los instrumentos y recursos que se necesitan para la producción. Y también desarrollamos toda la imagen de la empresa y el producto”.
Este es un licor que se sirve como bajativo en pequeñas cantidades, pero “también estamos explorando el mundo de la mixología, para mezclarlo y crear nuevas recetas de cocteles. Nos están elaborando un catálogo de tragos exclusivos para que la gente pueda replicar en casa”.
Andrea explica que “este licor se conoce mucho dentro de la comunidad judía. A la gente que lo ha probado le ha evocado cosas muy profundas y grandes recuerdos. Es bastante difícil encontrar guinda ácida por un tema estacional. Por eso, también lo quisimos lanzar porque da acceso a muchas familias judías para conectar con sus tradiciones”.
Buscan pasar de la tradición a este bajativo con el que “el invierno talquino se pasa mejor”. Pero también lo quieren hacer contemporáneo para acceder a un mercado más joven y menos tradicional.
Para el futuro piensan crear productos con otras frutas menos complicadas de encontrar. En el caso de la guinda ácida, se consigue solo dos semanas al año y su maceración requiere 8 meses. Por ello, la segunda edición de este Vishniak estará recién en enero de 2024. La idea es que este sea el primer producto de esta marca pues “mi esposo sigue trabajando con distintas frutas y generando nuevas fórmulas secretas”.
Según indica Andrea “este es un producto de alta gama en relación a otros licores alemanes o franceses que se pueden encontrar en Chile y no logran el sabor que nosotros tenemos; el nuestro no tiene aditivos o preservantes. Es el primero en Chile que sale al mercado con estas características europeas”.
Recalca que en este emprendimiento “estamos emocionalmente muy motivados porque es un tributo a nuestra abuela. También lo pensamos para consolidarlo para nuestros hijos y un futuro laboral para nosotros cuando nos desliguemos de nuestras actuales ocupaciones”.
“Ha sido una toma de decisiones con valentía. La nobleza del producto nos da la fortaleza para trabajar. La botella es de Francia, el tapón es de España y la imagen la creó una empresa especializada. Ello muestra que quisimos hacer un producto increíble desde el Maule”, concluye.
Instagram: @leon.zincker
Facebook: @leon&zincker
Artesanía en productos para mascotas
José Ernesto Arriagada es hoy el único que fabrica jaulas para aves en la zona central al sur de Santiago. Empezó su actividad hace más de 40 años cuando quedó sin trabajo y tuvo que buscar una actividad para mantener a su familia.
A principios de los 80 un amigo lo entusiasmó y se compró una jaula. “Estuve dos días mirándola, estudiándola, viendo cómo desarmarla y luego armarla. La primera que hice me quedó chueca y se la regalé a ese amigo. La segunda me quedó muy bien”, cuenta.
De ahí se compró una máquina y logró el apoyo del Fosis y de un banco que le hicieron un préstamo de 200 mil pesos de la época.
Al principio trabajaba con su hijo mayor, pero ahora ya jubilado se dedica exclusivamente a elaborar jaulas y nidos para canarios, catas, diamantes, ninfas y rosellas, ruedas para hámsters, casitas para pájaros y otros productos para mascotas. Para ello usa madera y alambre galvanizado.
Señala que siempre cuenta con el apoyo de su familia pero “yo hago todo, armo las jaulas, las pulo, las pinto y las entrego a una tienda de Talca para su venta, aunque también vendo en mi domicilio de Curicó”.
Instagram: @joseernestoarriagada
Whattsapp: +569 8761 3820