La mayoría de los escolares y universitarios retomaron sus actividades tras unas reponedoras vacaciones, lo que muchas veces puede generar un desequilibrio alimentario por el retorno a las actividades.
Ante esto, la nutricionista de la Dirección General Estudiantil de la Universidad Católica del Maule (UCM), Cecilia Campos, resaltó que las colaciones de escolares y universitarios pueden diferir dependiendo de los requerimientos y de la actividad física de cada persona.
No obstante, coincidió en que la base para el buen rendimiento académico es una buena alimentación, debido a que se puede obtener “mayor concentración, teniendo así más provecho para esos tiempos de estudios más acotados (…) El rendimiento puede mejorar, ya que el cerebro recibirá la cantidad de energía necesaria siempre y cuando recibió un buen alimento como energía”, destacó.
“Si nos presentamos a un certamen sin haber desayuno o ingerido algún tipo de alimento previo, nuestros niveles de concentración lo más probable es que sean bajos, los niveles de sueños aumentarán y será más difícil el poder desarrollar ese certamen, ya que nuestro cerebro no está recibiendo la energía necesaria y los impulsos nerviosos pueden verse disminuidos, en comparación de que sí hubiéramos desayunado previamente”, ejemplificó Campos.
Grasas y azúcar
Muchas veces la falta de tiempo o diversos factores llevan a los estudiantes a consumir alimentos altos en azúcar y grasas, lo que en un principio da una sensación de mayor energía, sin embargo, luego de algunos minutos esto se transforma en cansancio.
“Estos alimentos perduran poco tiempo en el estómago porque son de vaciamiento rápido, generando así la sensación de que no hemos comido nada, cuando en realidad acabamos de comer una galleta o un pastel”, indicó Campos.
Ante esto, la nutricionista de la UCM indicó que estos productos son “por su naturaleza son generadores de ansiedad”, debido a que provocan ganas de aumentar el consumo.
“Si comemos un snack salado o dulce, terminaremos de comerlo, pero no quedaremos con la sensación de saciado, sino más bien, con ganas de seguir comiendo, esto es debido a su rápida absorción y poca entrega en nutrientes”, explicó la nutricionista de la UCM.
Ante esto, hizo la comparación con un alimento como un huevo duro: “Esta causa saciedad, no quedamos con las ganas de volver a comer otro huevo duro en ese minuto, esto es debido a su alto contenido en proteínas (generan saciedad) y a su pobre cantidad de azúcares refinados y grasas saturadas. Es por ello que la recomendación es buscar alimentos sin harinas refinadas, ricos en proteínas o en fibra, puesto que estos nutrientes hacen que disminuyan los niveles de ansiedad y así mantenernos más saciados por más tiempo”, recomendó.
Como opciones de colaciones para poder rendir de la mejor forma, Cecilia recomendó una porción de frutas, lácteos descremados como un yogurt o 200cc de leche, frutos secos, huevos duros o barra de proteínas, lo que permitirá la “saciedad por más tiempo, hasta la siguiente comida”.