El presidente del Senado, Álvaro Elizalde, en compañía del presidente de la Cámara, Vlado Mirosevic, tras participar en la firma del documento “Acuerdo por Chile” con el cual culminaba un proceso de “diálogos constituyentes” que se prolongó por casi 3 meses, dijo: “Agradezco la responsabilidad de los actores de este diálogo, pues hoy se inicia el camino para avanzar en una “Constitución nacida en democracia”.
En mi nuevo libro, titulado “Simple Dolor”, que sinceramente me hace ser la antípoda del engaño y toda la acción perpetrada por los partidos y parlamentarios, expreso lo que sigue:
Y aunque los políticos le hicieran sentir el “Sexto Inferno de Dante”, por su manera de pensar, no de la política que había sido parte de su vida y seguía siéndolo, a Mario el estado de crispación de la ciudadanía en el “estallido social” era rabia por la vida indigna y la enorme desigualdad, al que muchos políticos, mintiendo con descaro, decían sentirse sorprendidos de que hubiese ocurrido.
Eso sólo daba lugar a absurdos, que a él lo hacían desconcertarse en sus intentos de discernir entre la razón y la sinrazón porque la situación había sido pronosticada con mucha antelación.
Los pitagóricos políticos, que usaban esa esencia matemática o para invertir dinero, medir los metros cuadrados de la superficie de su influencia y/o contar votos, argüían solo una gran y adversa conclusión: “estaban ante una masa inmadura e incivilizada”.
La percepción de él era que los partidos no se habían dado la tarea de dar expresión a los estados de ánimo, o a las aspiraciones concretas de los desposeídos y postergados, sino, más bien, consideraban que debían “amasar y moldear” esos estados de ánimo viéndose a sí mismos como tutores de este sector poco esclarecido de la sociedad.
No cabía duda de que los partidos no tan sólo no valoraban, más bien impedían la deliberación de la ciudadanía como método de participación.
El hecho es que un “grupo de expertos” que la ciudadanía no eligió, a través de un mecanismo jamás consultado, redactará un anteproyecto que servirá de base para la discusión y redacción del nuevo texto constitucional, al estilo de una idea matriz del mismo. Su composición es paritaria, elegidos 12 por la Cámara de Diputados y 12 por el Senado, en proporción a la representación de las distintas fuerzas políticas y aprobada por 4/7 de los miembros en ejercicio de las respectivas Cámaras.
Las decisiones de la Comisión se tomarán por un quórum de 3/5 de sus miembros.
Dicha Comisión se incorporará al Consejo Constitucional, pudiendo sus integrantes hacer uso de la palabra en todas las instancias. Los temas, principios, valores cardinales a crear y plasmar por ellos son un misterio.
Asimismo, hay un Comité Técnico de Admisibilidad que está compuesto por 14 personas elegidas por el Senado en virtud de una propuesta única formulada por la Cámara de Diputados. Ambas votaciones debieron contar con el apoyo de 4/7 de los miembros en ejercicio.
Este Comité Técnico de Admisibilidad tiene a su cargo la revisión de las normas aprobadas en las distintas instancias que se presenten en la Comisión Experta y/o el Consejo Constitucional, a fin de determinar una eventual inadmisibilidad de éstas cuando sean contrarias a las bases institucionales.
Y por último, el proceso contará con un Consejo Constitucional compuesto por 50 personas elegidas por votación popular directa de acuerdo con el sistema electoral aplicable a las circunscripciones senatoriales, bajo sufragio universal y obligatorio, con listas abiertas compuestas por partidos o pactos de partidos, que podrán incluir a personas independientes, si así lo estiman los partidos políticos.
El Consejo tendrá principio de paridad y será integrado por escaños indígenas supra numerarios, asignados de acuerdo con el porcentaje de votación efectiva en la elección.
Este Consejo tendrá por único objeto discutir y aprobar una propuesta de texto de nueva Constitución, disolviéndose una vez cumplida la tarea encomendada. Las normas constitucionales propuestas se aprobarán por las 3/5 partes de las y los consejeros en ejercicio, sometiéndose la propuesta final. a una aprobación del Consejo por el mismo quórum.
Nadie, a no ser los parlamentarios, ha podido opinar, crear, darle forma, conformar las instancias ya explicitadas.
¿Constitución nacida en democracia?
Mario Toro Vicencio
Escritor y Poeta