La Rabia es una enfermedad infecciosa vírica considerada como una zoonosis, vale decir, es una patología transmitida de animales a humanos.
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud estima que 59.000 personas mueren a causa de la Rabia cada año, y más de 29 millones de personas reciben tratamiento luego de haber sido expuestos a animales de los que se sospecha que padecen esta enfermedad.
En este contexto, la Seremi de Salud del Maule, a través de su unidad de Zoonosis, realizó una jornada informativa y de asesoría técnica preventiva sobre la transmisión del Virus Rábico Silvestre (Virus de la Rabia) para funcionarias y funcionarios de los trece centros de salud municipal de la comuna de Talca.
En relación a esta asesoría, la seremi de Salud del Maule, Gloria Icaza, señaló que “nuestro interés es la prevención y la detección temprana de posibles casos de rabia en humanos, lo cual es muy raro que ocurra, pero es importante que seamos capaces de pesquisarlo en forma temprana, en caso que llegara a ocurrir”.
Por su parte, Alex Silva, encargado de Zoonosis de Autoridad Sanitaria, quien dictó la capacitación, explicó que “la Rabia canina en Chile no existe, pero si existe un reservorio que son los murciélagos, los cuales presentan Rabia Silvestre, en su variante V3, V4. Por ende, siempre existe un riesgo de trasmisión a las mascotas y de ahí, podría ser transmitido hacia las personas”.
El objetivo de la actividad fue capacitar en esta materia al personal de la atención primaria de salud, ya que son ellos quienes pueden, en primera instancia, recibir y atender a una persona con una mordedura de un animal que potencialmente contenga el virus de la Rabia, el cual infecta el sistema nervioso central, por lo que una adecuada pesquisa es de vital importancia para evitar complicaciones de salud e incluso la muerte.
Cabe señalar que, en el año 2010, nuestro país fue declarado como territorio libre de rabia canina (V1 y V2). Sin embargo, el hecho que exista rabia en murciélagos insectívoros, indica que está presente, por lo tanto, es importante reforzar las actividades de educación y difusión en torno a las medidas de prevención frente al riesgo de contacto de murciélagos, tanto de humanos como de animales domésticos.