Actualmente Chile está viviendo un nuevo proceso de redacción de una propuesta constitucional, una instancia que se presenta como una excelente oportunidad para incorporar dentro de los derechos fundamentales de las personas, considerando el avance vertiginoso que tiene la ciencia en los estudios genéticos.
La neurociencia, por ejemplo, se ocupa de estudia el comportamiento humano a través del sistema nervioso, particularmente del cerebro, por lo que puede tener aplicaciones que podrían ser invasivas para las personas, considerando que las empresas podrían crear ciertos hábitos o condicionar la toma de decisiones.
También ya en futuro que cada día se ve más próximo, viviremos lo que se llama el metaverso, un universo 3D, en línea, que combinará múltiples espacios virtuales diferentes, que permitirá que las personas trabajen, se reúnan y socialicen, en el ciberespacio.
Adelantos científicos que están a la vuelta de la esquina por lo que un equipo de investigadores, hace un llamado a regularlos a través de leyes y dentro de la próxima Constitución.
Y es que tal como lo sostuvo la académica de la Universidad Católica del Maule, Dra. Chiara Saracini, especialista en neurociencias cognitivas, “en el futuro se ve cada vez más cercano considerar el cerebro como fuente preciosa de información y datos y al mismo tiempo como herramienta para lograr conectar las personas sin la barrera física del cuerpo, lo que mueve el debate en el marco filosófico/legal sobre estos temas”.
La investigadora es parte de una mesa que le brinda asesoría científica a las distintas comisiones parlamentarias, ayudando en el análisis de proyectos de ley relacionados con la temática, posibilitando entre otras cosas que nuestro país haya sido pionero en abrir el debate parlamentario sobre los neuroderechos.
Actualmente la mesa, tal como lo explicó la Dra. Saracini se reúne permanentemente con la Comisión Desafíos para el Futuro, perteneciente al Senado de Chile, para brindar ayuda en proyectos como el de modificación de la Ley 20.120 sobre la investigación científica, en lo que respecta a los estudios genéticos.
“Las iniciativas de este grupo se concentraron en los nuevos desafíos que trae consigo el Metaverso, en parte, algunos temas se superponen con los que se debatieron en la mesa para los neuroderechos”, comentó la académica de la UCM que al interior de la casa de estudios se desempeña en el Centro de Investigación en Neuropsicología y Neurociencias Cognitivas (CINPSI Neurocog).
“La importancia de incluirlos en la Constitución, aun cuando no se tiene la estricta necesidad de implementarlo, es en la óptica que prevenir es mejor que curar”, sostuvo la científica italiana que trabaja en la UCM, reforzando la importancia de que se genere un debate, incluso de las voces que se oponen, “para considerar todos los aspectos, los pros y los contras de tener tales aspectos legislados en la carta fundamental”.
Y es que para ella “es relevante que se busque proteger los derechos fundamentales de las personas a través de leyes que consideren el rápido avance de la ciencia y de la tecnología, dado que los escenarios futuros son increíbles y potencialmente dañinos, si es que como cualquier tecnología es mal utilizada o si es ocupada con intenciones maliciosas”.
Todos al debate
Como Chile es pionero en legislar en estas materias, la Dra. Chiara Saracini, hizo un llamado a todos los actores involucrados a debatir. “El riesgo es que no tenemos referencias para tomar inspiración, siendo los primeros en intentarlo. Por lo tanto, es deseable que todos los actores se sumen al debate internacional sobre los neuroderechos, considerando los documentos propuestos en otros países para la regulación de las neurotecnologías emergentes, el uso de algoritmos de IA, protección de datos, etc. para intentar que la experiencia sea un ejemplo virtuoso y no se torne en un experimento preliminar que luego tendrá que ser ajustado de nuevo, por no haber tenido una visión prospectiva más amplia”.
La científica luego explicó que, “la disquisición filosófica es sobre si los datos de la actividad cerebral son datos especiales por ser biológicamente conectados al funcionamiento y al mismo tiempo a la identidad más profunda de la persona y merezcan una ley aparte o no”.
Otro aspecto importante que debería ser aclarado en la discusión, según la académica de la UCM, es la clasificación que se va a adoptar para las neurotecnologías, y cómo se pretende regular su uso en base a la invasividad y potenciales riesgos para las personas, en el campo de los negocios privados.