Estamos en pleno verano y comienza la inquietud por encontrar un lugar para vacacionar. La campaña de empatía regional Prefiero el Maule y el portal web El Maule Informa muestra las historias de dos emprendedores que ofrecen alternativas para aprovechar de veranear de una forma distinta.
Natalia Lepe y su marido provienen de familias viajeras. Desde pequeños salían junto a sus padres, tíos y primos a acampar. Pero con el paso del tiempo se pusieron un poco más cómodos y decidieron comprarse una cámper. Como solo la usaban solo un par de semanas, los amigos les preguntaban si la arrendaban. Y ahí comenzó este emprendimiento.
“Son cámpers que se arriendan full equipadas. Esto significa que tienen mesas, sillas, manteles, ollas, servicio, colchones, ropa de cama, todo. Son una cabaña con ruedas, es como un carro que se acopla a un vehículo con un coco de enganche y se va tirando”, explica
Agrega que “tienen paneles solares que por lo que te puedes instalar en cualquier parte y tiene agua, luz, ventiladores, mini refrigerador, extractor de aire. Es decir, gracias a este panel tiene su propia energía. Cuenta también con un estanque de agua potable”.
Arrendar una cámper tiene beneficios en varios sentidos. “En primer lugar, es más económico que una cabaña, en especial si vas al sur donde no hay cabañas que cuesten menos de 50 mil pesos. Asimismo, recorres cualquier parte, ni siquiera estás amarrado a un camping. La idea es no destruir ningún ecosistema o meterse en cualquier paisaje, pero puedes estar en cualquier lugar que encuentres seguro. No es necesario amarrarte a ningún lugar”.
Es -en definitiva- ir de vacaciones a donde uno quiera con una forma más cómoda de acampar.
Hoy Natalia tiene dos cámper, una para dos personas y otra para cuatro.
Los precios son variables dependiendo de los días que se necesite. Se abona la mitad para reservar la fecha y la otra mitad cuando se recibe y se firma un contrato notarial.
Se requiere una licencia de conducir normal, tiene su patente, su seguro y todo lo que es obligatorio.
Natalia apunta que “es una nueva aventura, es tener contacto con la naturaleza, volver a los campings. Siempre a todos nosotros nos gustaba acampar y eso se ha ido perdiendo. Esto revive la aventura de salir en familia y tener contacto con la naturaleza”.
Este emprendimiento ha ido tomando fuerza, pese a que lleva menos de un año, y “eso ha hecho que nos vayamos entusiasmando y proyectando hacia adelante en seguir creciendo y capaz que dedicarnos a tiempo completo a esto. Por lo pronto queremos tener otra cámper más grande porque hay interesados en una con mayor capacidad. Nos gustaría a futuro tener otras”.
Respecto de Prefiero el Maule, indica que “nos ha ayudado desde el principio con este emprendimiento y si ha tomado fuerza es porque hay redes que van difundiendo. Siempre hay que preferir lo local, hay que apoyar y partir apoyando a nuestra gente”.
Instagram: @tralkacampers
Campaña en un bosque nativo
Claudio Marín compró un terreno de casi una hectárea en Vilches Alto, la que tenía solamente una bodega. “Yo soy de Talca y siempre me fascinó Vilches, y en un momento me pude comprar un lugar allá porque le tengo mucho cariño a esta zona. Con el tiempo me di cuenta del potencial que tiene esa zona y decidí remodelar esa casa. La hice una cabaña que se llamaba Refugio Vilches”, indica.
Tuvo una muy buena recepción del público. Se arrienda solamente a través de Airb&b.
Por eso, en noviembre pasado “decidí nuevamente remodelar la casa y esta vez invertí para superar el estándar con un mejor nivel terminaciones. El terreno está en un sector privilegiado con una vista directa a los Tres Cuernos y la Cara del Indio. Estoy justo en una quebrada por donde pasa el río Lircay”.
Claudio ha vivido en el exterior y “ahora en Chile rescato mucho y apoyo a emprendedores locales, el comercio justo y lo nacional. Por eso, las ampliaciones las han hecho gente de Vilches. Los artículos, artesanías y cuadritos son de artistas locales. Trato de dar una preferencia a las personas de la zona”.
La casa está en un terreno de casi una hectárea, en un bosque absolutamente nativo que se conserva luego de la asesoría de una especialista en el tema. De los 8 mil 900 metros cuadrados, alrededor de 200 se utilizan para la casa y los caminos para llegar a ella. Hay también un sendero alrededor de la propiedad. Esa es la única intervención que tiene el bosque, el resto está tal cual.
El lugar está una quebrada y la casa está en la parte superior, por lo que uno siente que está sobre los árboles. Tiene una gran tranquilidad y paz, con una vista espectacular cuyos arboles van cambiado a lo largo del año, pasando de las hojas nuevas en primavera, la frondosidad del verano, las hojas amarillas y naranjas del otoño y la vista despejada y con nieve en invierno.
Tiene capacidad para cuatro personas, pero originalmente estaba pensada para como un escape en pareja, pero con la ampliación pueden ir dos parejas o una pareja con dos hijos.
A pesar de estar en el bosque tiene wifi y se puede ver televisión.
Respeto del futuro, indica que busca declarar unos 5 mil metros del terreno a conservación, de manera de asegurarse que no se cambie esta condición. Lo otro es la posibilidad de crecer en comodidades en la casa para compartir y disfrutar de este lugar privilegiado.
Instagram: @lodge_vilches