Señor director:
No he escuchado de ningún político opinar positivamente de la proliferación de partidos que hoy tienen representación parlamentaria.
Diría que hay consenso en que tal atomización es inmensamente dañina para la gobernabilidad del país. Situación similar ocurre en Perú y estamos viendo sus efectos.
Siendo así ¿por qué no se corrige inmediatamente tal enorme defecto de nuestro sistema político?
Las respuestas pueden ser dos: Una, que ese cambio haga perder poder a los partidos más pequeños, otra, que simplemente se esté incubando un saqueo al Estado con el descontrol que esa Torre de Babel de micro partidos y movimientos produce en la gestión.
La primera es evidente, la segunda está en camino. Simplemente miremos al país del norte. ¿Alguien podrá afirmar que hay una tercera causa de tal dispersión y que tendría que ver con la filosofía política de esos mini partidos?
No veo seso para esa tan refinada exégesis y menos una posición ideológica diferenciadora.
Ignacio Cárdenas