SAN JAVIER.- En la comuna de San Javier se realizó la ceremonia de certificación y cierre del Programa Regional de Empleo (PRE) 2022 correspondiente a la provincia de Linares. Recordemos que esta iniciativa es financiada con fondos del Gobierno Regional e implementada por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) Maule.
Así, el objetivo es disminuir el desempleo a través de un programa orientado a emplear y capacitar a personas cesantes, contribuyendo a mitigar los niveles de cesantía. Es por ello que la Gobernadora Regional del Maule, Cristina Bravo, acotó que “es muy significativo desde el Gobierno Regional el tener un programa que permita generar empleo a muchas mujeres y hombres de la Región de Maule, sobre todo cuando estamos saliendo de esta pandemia que fue tan terrible para las 30 comunas de la región”.
El monto de inversión del Programa para el año 2022, fue de 2.374 millones de pesos, de los cuales más del 85% fueron dirigidos a pago de remuneraciones e implementación de los trabajadores.
“90% de las beneficiarias fueron dueñas de casa y están bastante contentas con el programa y eso nos deja muy complacidos. Vamos a presentar la continuidad del programa al Gobierno Regional a la espera que sea aprobado por los consejeros regionales. La Gobernadora tiene toda la intención de seguir apoyándolo porque es un programa que disminuye las brechas sociales respecto a la cesantía en la provincia y la región”, dijo el Director Regional de CONAF Maule, Aliro Gascón.
Jefas de hogar
En tanto, el alcalde de Villa Alegre, Pablo Fuentes, agradeció el financiamiento del Gobierno Regional y la ejecución de CONAF, para generar más fuentes de ingresos en las familias de su comuna. “Para un municipio pequeño como el nuestro, es muy importante, debido a que las dueñas de casa pueden mantener a sus hijos y su hogar con estos ingresos”, dijo el edil.
Es importante destacar que la mayoría de los beneficiados/as de este programa correspondieron a mujeres, en su mayoría jefas de hogar, las cuales se ven imposibilitadas de conseguir otra fuente laboral ya que deben hacerse cargo de otras responsabilidades relativas a tareas del hogar, así como al cuidado de los hijos. De este modo, el régimen laboral fue de 22,5 horas (media jornada), lo que permitió que muchas madres pudieran fusionar ambos roles.
Finalmente, Patricia Villalobos, beneficiaria del programa en Longaví refirió que “este programa ha sido muy importante tanto en el tema monetario como de amistad con las compañeras y la comunidad en general. Hemos realizado trabajos con los que la comunidad estuvo muy satisfecha”, reveló.