Desde hace décadas los fármacos han aumentado las expectativas de vida y mejorado la salud de la población mundial. “En los niños que padecen de alguna enfermedad, la terapia farmacológica juega un rol fundamental, por eso es tan importante una correcta administración siempre conforme a la indicación de un médico pediatra”, explica Beatriz Arteaga, Directora de la Escuela de Técnico de Nivel Superior en Enfermería de UDLA, quien agrega que “jamás deben administrarse fármacos en los niños por consejos de un familiar, amigo o incluso por experiencias previas”.
En este contexto, la profesional de Universidad de Las Américas entrega diez recomendaciones fundamentales para administrar fármacos a niños y niñas, con el objetivo de hacer más amigable dicho momento:
- Los medicamentos deben ser administrados en las dosis y horarios indicados, sin omitir o saltarse ninguna de las cantidades, completando todos los días, independiente de que los síntomas del niño hayan cesado.
- Los fármacos en niños siempre deben ser administrados por un adulto, jamás por el mismo niño, aunque este ya se alimente solo.
- Se debe crear un ambiente tranquilo y agradable con una buena predisposición de los padres o cuidadores a la hora de administrar un medicamento, esto facilita la disposición del niño también.
- Cada vez que el niño se toma correctamente un remedio, se debe reforzar positivamente felicitándolo y celebrando el momento.
- Se debe situar al niño semisentado o sentado para facilitar la deglución y evitar que se ahogue o aspire (que el contenido se vaya a los pulmones). En los lactantes menores hay que sujetar la cabecita manteniéndola derecha.
- Para los remedios en jarabe se recomienda utilizar jeringas ya que son es más precisas y brindan dosis exactas. De lo contrario utilizar cucharitas con medidas.
- En los lactantes se debe propiciar que abran la boca desde una de las comisuras de los labios con la misma jeringa o cucharita y ahí se administra el jarabe, gotitas o líquido por los costados, no por el centro de la lengua.
- Cuando el niño no quiere tomar remedios, podemos disimular la ingesta brindando una cucharadita de postre, compota o yogurt, luego administrar el remedio y posteriormente brindar nuevamente una cucharadita de postre.
- No se recomienda mezclar los jarabes o gotitas con jugos en vasos o mamaderas porque se corre el riesgo de que parte de la dosis quede en la vaso o biberón.
- Luego de los 5 a 6 años (escolares), ya se pueden administrar pastillas masticables, posteriormente se recomienda brindar sorbitos de agua para asegurar que la ingesta del fármaco sea completa.