Chilenos y chilenas, muy buenas noches:
El día de mañana ingresaré la Ley de Presupuesto para el año 2023. Se trata, como bien saben, del primer presupuesto que presenta nuestro Gobierno.
He escuchado y soy consciente de la difícil situación que enfrenta nuestro país y el mundo. De esta forma, estamos trabajando para ampliar las políticas sociales y fortalecer la presencia del Estado para todos y todas quienes lo necesiten.
Hoy, con este nuevo presupuesto, damos prioridad al gasto público en función de tus necesidades, que a su vez son las prioridades de nuestro Gobierno para mejorar la vida de las personas.
Compatriotas, este presupuesto está construido en función de tres grandes pilares:
• Primero, ocuparse de las dificultades económicas que les afectan promoviendo el crecimiento, la inversión pública y privada, y la generación de empleo.
• Segundo, destinaremos todos los recursos públicos que sean necesarios para resguardar la seguridad de las personas. Pues, así como tenemos la firme convicción de que los chilenos y chilenas tienen derecho a una pensión digna, a una salud de calidad, a una educación de calidad, también sabemos que la seguridad pública es un derecho: el derecho a vivir en paz y sin miedo.
• En tercer lugar, ponemos un gran énfasis en la seguridad social, porque queremos construir un país justo para todas y todos. Uno que proteja, que acoja, que provea de seguridad social a todos quienes lo construyen día a día.
Este presupuesto expandirá en un 4,2% el gasto para el año 2023 en relación al presupuesto anterior, y está pensado para resolver concretamente los problemas de las personas con una sólida base de responsabilidad fiscal, tal como lo hacen ustedes en sus hogares que deben administrar el presupuesto de manera responsable y anteponiendo siempre el bienestar de cada uno de sus miembros.
También, este presupuesto pone énfasis en avanzar en menos burocracia, mayor transparencia y eficiencia del gasto público. Todo con una mirada regional para abarcar todo el territorio nacional.
Son tiempos difíciles para Chile y también para el mundo, pero no les quepa duda que vamos a salir adelante. La Pandemia afectó nuestra vida y la guerra en Europa tiene un impacto directo en cuestiones tan sensibles como los precios de la gasolina y de los alimentos. Hoy nuestro desafío es contener estas tendencias y reactivar la economía en nuestro país. Por eso, cuando digo nuestro desafío, no estoy aludiendo sólo al Gobierno, sino también al mundo privado con quienes hemos trabajado y seguiremos trabajando en conjunto.
El presupuesto que mañana presentaremos, tendrá un efecto contracíclico. Esto significa que, en un contexto de menores ingresos fiscales por el ajuste de la economía, mantendremos un aumento del gasto, asegurando la continuidad de las buenas políticas públicas y movilizando una importante cantidad de recursos para la reactivación económica.
En materia de reactivación, aumentaremos la inversión para mejorar la infraestructura pública del país, sin generar más inflación, y para crear más de 200 mil nuevos empleos.
¿A dónde irá esta inversión?
Destinaremos 1.6 billones de pesos en un Programa de Infraestructura para el Desarrollo que nos permitirá seguir mejorando y construyendo carreteras, puentes y aeropuertos a lo largo y ancho de todo Chile.
Esta inversión permitirá, por ejemplo, avanzar en nuestra política de trenes para Chile; en construir soluciones para los aluviones en la quebrada de Paipote en Atacama; para mejorar el camino costero en el sector de Boyeruca en el Maule; y para fortalecer nuestra infraestructura deportiva para recibir los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos el año 2023.
Para que el Estado llegue con más y mejor infraestructura pública a cada rincón de nuestro país, este presupuesto tiene el foco en los gobiernos locales.
Por eso, aumentaremos en un 6,2% los fondos de inversión municipal y en un 2,9% la inversión regional que se entrega directamente a los Gobiernos Regionales, a quienes también, en un proceso de diálogo con ellos, les entregaremos mayor flexibilidad y atribuciones en la gestión de los recursos mediante una nueva partida presupuestaria para que puedan llegar de manera más rápida a las necesidades de la gente.
Además, alrededor de 403 mil millones de pesos de inversión pública serán destinados al Plan Buen Vivir, que busca mejorar la calidad de vida de las comunidades y habitantes de la Región de La Araucanía y de las Provincias de Arauco y Biobío en la Región del Biobío.
Esto tendrá efectos concretos en mejorar tu calidad de vida. Vamos a mejorar de esta manera nuestras plazas, luminarias, sedes sociales y sistemas de agua potable y alcantarillado a lo largo de todo Chile, recuperando de esta maneta nuestros espacios públicos para dar seguridad y contribuir al bienestar personal y social.
Para impulsar la reactivación, estaremos con quienes más lo necesitan. Es tarea del Estado apoyar a los miles de pequeños comerciantes, a las pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas familiares, detrás de las cuales hay personas que con el esfuerzo de sus vidas han levantado sus negocios, almacenes, y emprendimientos. Un esfuerzo que muchas veces queda oculto en los promedios y grandes indicadores.
Sabemos que las pymes son el motor de la economía nacional y aportan casi dos tercios de los empleos del país. Yo sé que muchos de ustedes no están bancarizados y por eso muchas veces les cuesta acceder al crédito, por eso vamos a disponer de 58 mil millones de pesos para el fortalecimiento del programa de acceso a créditos a pymes no bancarizadas con el objetivo de apoyar tus emprendimientos.
En materia de grandes inversiones, nos haremos cargo del diagnóstico compartido entre el mundo público y el privado: vamos a agilizar la tramitación de permisos en servicios como el Consejo de Monumentos Nacionales, municipios y el Servicio de Evaluación Ambiental, sin, por ello, disminuir los estándares ambientales.
Sabemos que la ciencia nos ayudará a encontrar soluciones para los problemas que nos aquejan día a día: la contaminación del aire, las listas de espera, los tacos en las ciudades, la burocracia. Es por eso que me enorgullece profundamente anunciar que este proyecto presupuestario contempla una inversión extraordinaria en Ciencia y Tecnología de casi 76 mil millones de pesos, lo que significa un aumento histórico del 9,6% para potenciar la investigación y el desarrollo del país.
Chile es futuro.
En materia de seguridad pública, enfrentamos una crisis que altera la vida cotidiana de las familias chilenas. Por eso, este presupuesto pone recursos extraordinarios para recuperar la tranquilidad de los chilenos y chilenas. Vamos a poner el dinero done ponemos las palabras. Quiero que sepan que su tranquilidad y la de sus familias es mi prioridad y la de nuestro Gobierno.
Estamos trabajando intensamente para que ninguna persona se sienta atemorizada esperando una micro de camino a su trabajo. Que niños y niñas puedan ocupar libremente los parques y las plazas de sus barrios. Que las mujeres caminen seguras por las calles y que en sus hogares sientan seguridad y no temor.
Las fuerzas de orden y seguridad son un actor crucial para detener el avance del crimen y la delincuencia. Por esta razón, el presupuesto asociado a Orden Público y Seguridad aumentará en 164 mil millones de pesos, es decir, un 4,4% más respecto de este año.
En materia de seguridad pública, el Gobierno no improvisa. Sabemos que tenemos una amenaza, que es el crimen organizado y no vamos a permitir que siga avanzando. Por eso destinaremos 38 mil millones de pesos para ejecutar la nueva Política Nacional Contra el Crimen Organizado, que fortalecerá la capacidad operativa de las instituciones involucradas en la persecución de las organizaciones criminales, apoyando de esta manera a Carabineros y la PDI.
Necesitamos mayor presencia policial, y mejorar sus tiempos de respuesta. Por eso aumentaremos también en 25 mil millones de pesos el presupuesto a Carabineros de Chile. Con esto, estamos duplicando el ritmo de crecimiento del presupuesto de los años anteriores, porque sabemos que es lo que las familias esperan para poder vivir tranquilos.
Además de la seguridad de la economía familiar, de la seguridad en el empleo y de la seguridad frente a la delincuencia, es fundamental para una vida digna poder sentir también seguridad al enfrentarse a una enfermedad, al mirar hacia el futuro de nuestras familias y al visualizar como será nuestra vejez.
Queremos construir un Estado que cuando lo necesites te apoye.
Es por eso que, junto con continuar con el IFE Laboral, el Ingreso Mínimo Garantizado, el Subsidio Protege y el Bono de Canasta Protegida -ayudas que sumarán más de 750 mil millones de pesos- estamos poniendo el foco de la inversión en salud, educación, mejor niñez, vivienda y pensiones dignas.
La salud es la condición más básica para el desarrollo de nuestras vidas. Hemos pasado tiempos de pandemia, duros y dolorosos. Pero aprendimos una cosa: en salud todos podemos ser tratados como iguales en dignidad y derechos. A nadie le faltó una vacuna, sin importar el tamaño de su bolsillo.
Es un orgullo para nuestro Gobierno que en estos primeros seis meses hayamos logrado entregar gratuidad a todos los usuarios de Fonasa en todo el sistema público de salud, mediante la política Copago Cero. Esta medida cambia la vida de las personas para mejor y las familias que enfrentan una enfermedad y ha sido reconocida internacionalmente como un paso para avanzar hacia un Sistema de Salud Universal para Chile.
Para continuar con esta senda, pondremos en marcha nuestro plan piloto de Atención Primaria Universal, pensando en mejorar tu consultorio, en la entrega de fármacos a domicilio, en la compra de medicamentos, insumos y dispositivos médicos para pacientes con tratamiento GES y no GES con foco en la prevención de las enfermedades.
Destinaremos más de 19 mil millones para el refuerzo de la salud mental, porque sí, la salud mental importa y no los vamos a dejar solos. Por eso, destinaremos más de 19 mil millones para el refuerzo justamente de la salud mental.
Y otro tema que aqueja a miles de familias son las listas de espera que se incrementaron durante la pandemia. Para eso, destinaremos 28.360 millones de pesos con el objetivo de reducirlas de manera significativa porque la salud pública tiene que ser una salud digna y oportuna.
El foco de la protección social, sabemos, deben ser los niños, niñas y adolescentes del país. Esta convicción nos lleva a aumentar en más de 117 mil millones de pesos, un 16%, los recursos para financiar programas como Mejor Niñez y la entrada en vigencia de la Ley de Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia.
Chile tiene una deuda con sus niños y niñas y no puede ser que se sigan vulnerando sus derechos. Vamos a trabajar con todas nuestras fuerzas para que nunca más veamos las aberraciones que en el pasado se vivieron en el Sename.
La educación es clave para alcanzar la igualdad de oportunidades y mejorarla es un compromiso fundamental de nuestro Gobierno. Por ello, aumentaremos los recursos para gratuidad de las nuevas generaciones de estudiantes de la educación superior y destinaremos nuevos recursos para entregar condiciones básicas para estudiar. Sabemos que esta política por la cual venimos peleando hace tanto tiempo y que implementó el Gobierno de la Presidenta Bachelet le ha cambiado la vida a muchas familias.
En esta línea también aumentaremos la cobertura de los programas en materia de convivencia escolar y de salud mental; reajustaremos el Programa de Alimentación Escolar para mejorar las raciones e invertiremos más de 156 mil millones con el objetivo de enfrentar la crisis de la infraestructura educacional.
Cumpliendo con nuestros compromisos con las y los estudiantes de Chile, y tal como hicimos este año reajustando por primera vez en la última década la Beca BAES, en este presupuesto asignamos 70 mil millones de pesos extra para la Beca de Alimentación de Educación Superior, lo que nos permitirá aumentar el monto de la BAES en 5.000 pesos mensuales.
Sabemos que en nuestro país son muchas familias que siguen esperando la casa propia y por eso en materia de vivienda, vamos a aumentar el gasto social, trabajando a toda máquina para construir viviendas sociales y alcanzar la ambiciosa meta de 260 mil soluciones habitacionales.
Avanzar hacia un sistema de seguridad social que entregue pensiones dignas para nuestra vejez es una de las principales preocupaciones de las chilenas y chilenos, que después de toda una vida de trabajo ven cómo pensiones de miseria no les alcanza para vivir. Por eso lo hemos asumido como una de las principales tareas que tenemos como Gobierno.
De la totalidad del aumento del gasto público para el próximo año, un 60% se utilizará para financiar la Pensión Garantizada Universal (PGU), fruto del gran acuerdo alcanzado por el Congreso Nacional a fines del 2021 durante el Gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera.
En concreto, son casi 2 millones 300 mil personas las que tendrán una pensión garantizada de $193.917 producto de la ampliación de la cobertura al 90% de las personas mayores de 65 años.
Pero no podemos quedarnos tranquilos, seguir aumentando las pensiones de las personas mayores en el corto plazo es la meta que nos hemos puesto como Gobierno hasta alcanzar al menos los 250 mil pesos mensuales de PGU durante nuestro mandato, para ello serán fundamentales los recursos que generará la Reforma Tributaria que actualmente se discute en el Congreso y que espero los parlamentarios tengan a bien tramitar con celeridad.
Como Presidente de Chile, he entregado la instrucción clara de movilizar todos los recursos que tengamos disponibles para impulsar nuestra economía y hacernos cargo de las necesidades y preocupaciones más apremiantes de nuestros compatriotas.
Confío en que nuestro Parlamento discutirá este presupuesto con altura de miras y pensando siempre en el bienestar de todas las chilenas y chilenos, en tu bienestar.
Porque las personas quieren ver, en su día a día, como las acciones concretas del Estado resultan en mejor calidad de vida para ustedes y sus familias. Este proyecto presupuestario se hace cargo de enfrentar estas demandas y necesidades con responsabilidad y sentido de urgencia.
Un presupuesto para el crecimiento económico y la generación de empleo.
Un presupuesto para resguardar la seguridad económica, seguridad ciudadana y la protección social de las personas.
En definitiva, un presupuesto que entregue certezas y proteja a todas las chilenas y chilenos.