Para la vuelta de las celebraciones del 18 de septiembre y dar inicio al cuarto trimestre de este 2022 con el cuidado alimenticio que necesitan los niños, niñas y adolescentes, es necesario elaborar un menú altamente nutritivo, ya que se trata de un periodo de mayor gasto energético para enfrentar la preparación de sus evaluaciones de fin de año y también implica un gasto calórico gracias al aumento de días despejados, que permiten más distracción y entretenimiento.
Al regresar de las fiestas dieciocheras, donde suele ocurrir una alta ingesta calórica, los niños deberían recibir alimentos de calidad. En este sentido, es necesario que los menús alternen alimentos de alto valor nutricional y energético, como leche, huevos, carne de vacuno y de pollo, ensaladas y frutas.
Marcela Lizana, nutricionista de Soser, una de las entidades concesionarias de Junaeb para parte de las regiones del país, y especializada en alimentación infantil, sostiene: “Lo importante es entregar una alimentación nutritiva y balanceada, considerando comidas que ayuden con el desarrollo y fortalecimiento de los niños en su día a día, teniendo en cuenta que, además, pasan gran parte de su tiempo en el colegio y eso requiere de desayunos, colaciones, almuerzos y cenas con un alto valor nutricional y bajo en grasas saturadas”.
La especialista se refiere, por ejemplo, a raciones de desayunos y almuerzos de una semana. En el caso de los primeros, estos podrían estar compuestos por alimentos como yogurt batido, granola, leche blanca, pan con huevo, jamón de pavo, manzana, miel y diversos tipos de omelette.
Para los almuerzos, el menú debe considerar, en las entradas, ensaladas de zanahoria, repollo, apio, choclo o tomate. Los platos de fondo estarían integrados por garbanzos, arroz graneado, carne de vacuno, pollo, ravioles o frijoles, y los postres pueden ser sémola con leche, frutas o yogurt. Todas las comidas deben estar acompañadas con agua natural, para que los niños se acostumbren a balancear sus alimentos sin bebida o jugos naturales o de fantasía, ya que todos estos contienen un alto valor calórico y no nutritivo.
En este sentido, la especialista agrega que “muchos estudios demuestran que un buen desayuno es importante, actuando como protector para el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, evitando una mal nutrición por exceso. Además, se asocia con un mejor rendimiento académico, es por eso que los padres o encargados deben poner especial atención a las comidas que les entregan”.