Un categórico triunfo logró la opción Rechazo en el Plebiscito de salida de la nueva Constitución, lo que constituye un resultado inesperado por su amplitud y que plantea una dura derrota al Gobierno del Presidente Gabriel Boric, que se había jugado por el Apruebo.
Destaca la alta participación ciudadana, que llegó a cifras históricas gracias al voto obligatorio, superando los 12 millones de votantes.
Con casi el 100 por ciento de las mesas escrutadas, el Rechazo logró el 61,86 % y el apruebo solo el 38,14 %, con una brecha de casi 25%.
Con estas cifras, el escenario político da un vuelco radical, con consecuencias tanto al interior del gobierno como en Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático, coaliciones que respaldan al Ejecutivo.
Por de pronto, se espera un profundo cambio de gabinete. Muchas ya piden la salida de la ministra del Interior, Izkia Siches, y Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson.
Plantea también un monumental fracaso de la Convención Constitucional, que no logró redactar un texto que representara a todo el país. sino que por el contrario escribió uno donde se dio cabida a solamente una visión de la sociedad.
Asimismo, representa la derrota de la polarización, el octubrismo y la violencia callejera.
El proceso constitucional se inició formalmente en noviembre de 2019 con un acuerdo político transversal, en el complejo panorama del estallido social, bajo el gobierno del expresidente Sebastián Piñera —centro derecha— donde se registraron protestas de una magnitud inusitada con múltiples demandas ciudadanas.
Ante esta situación, las fuerzas políticas del Congreso acordaron consultar a la ciudadanía la pertinencia de redactar una nueva Carta Magna, en el llamado Acuerdo por la Paz Social y la nueva Constitución.
En ese plebiscito llamado “de entrada”, un 78,2% de la ciudadanía aprobó que se redactase una nueva Constitución y que fuera un órgano electo especialmente para dicha función quien lo hiciera (79%), sin participación de parlamentarios.
Al año siguiente, la elección de convencionales tuvo un resultado atípico para el sistema político chileno, resultando electos 155 constituyentes, con una composición paritaria, mayoría de independientes y una baja representación de la derecha, además de 17 escaños reservados para pueblos originarios.
Esta mañana, tras sufragar, el Presidente Boric señaló que su voluntad es convocar a una amplia unidad nacional de todos los sectores de la sociedad civil y los partidos políticos para seguir adelante con el proceso de cambio constitucional. Pero queda por ver si tras el contundente resultado de este plebiscito tendrá el capital político para liderar la nueva etapa.
Durante la campaña, el oficialismo y la oposición han manifestado su interés por hacer cambios a la nueva Constitución.
Para esto, han elaborado propuestas y compromisos de reformas al texto, las cuales deberán ser negociadas en el actual Congreso, que no tiene una mayoría clara que pudiera viabilizar dichas modificaciones. Para esto, se requerirán acuerdos lo suficientemente amplios entre las fuerzas que apoyaron las opciones Apruebo y Rechazo.
Lo que se viene no es fácil para el Gobierno. El Presidente Boric, previo al plebiscito, dijo que revisaría su equipo ministerial; tiene pendiente nombrar al titular del Ministerio de Desarrollo Social, ya que la ahora exministra Jeannette Vega debió dejar el cargo la semana pasada, luego de una polémica por contactarse con un grupo radical mapuche.
Se estima que el Gobierno buscará ampliar la conversación hacia diversos sectores, llamando a los poderes del Estado a formar parte de la nueva etapa tras el plebiscito de hoy, generando instancias de diálogo con el mundo empresarial y retomando contactos con personajes de influencia en sectores cercanos al centro político.