¿Ha escuchado hablar de los superalimentos? Son aquellos conocidos por proporcionar múltiples beneficios para la salud, debido a que contienen diversas propiedades nutricionales.
Alexia Hananias, Directora de la Carrera de Nutrición y Dietética de Universidad de Las Américas, explica que existen diferencias entre los valores nutricionales de la gran variedad de alimentos que están disponibles para nuestra ingesta alimentaria. “Estos alimentos se diferencian porque contienen un potencial nutritivo importante y una elevada concentración de antioxidantes, polifenoles, compuestos bioactivos, grasas saludables, minerales y vitaminas en su estado natural y no es necesario agregarles ningún nutriente ni aditivos”.
Existen una diversidad de supealimentos, según señala la académica algunos son: la chía, quínoa, maqui, goji, aceite de coco, ajo, cúrcuma, calafate, arándano, kombucha, spirulina, kale, té verde, brócoli, palta, nuez, zanahoria, granada, acai, espinaca, cebolla, aceite de oliva, sésamo, limón, levadura nutricional y lentejas. ¿Cuáles son los beneficios al ingerir este tipo de alimentos? Alexia Hananias explica que “disminuyen el riesgo de sufrir un accidente vascular, son antiinflamatorios y antioxidantes, por lo que hay un beneficio a nivel sistémico. Además, ayudan a combatir enfermedades autoinmunes, mejoran la función ocular, tienen un efecto hipoglicémico y actúan como protector neurológico.”
Por otro lado, existen los llamados Alimentos Funcionales (AF) que se propuso al Ministerio de Salud incorporar al reglamento de los alimentos con la siguiente definición: “Los AF son aquellos que tiene uno o más componentes que satisfactoriamente demuestran que afectan beneficiosamente una o más funciones determinadas del organismo, además de sus efectos nutricionales fundamentales, de manera que sean relevantes tanto para mejorar el estado de salud y bienestar y/o la reducción del riesgo de alguna enfermedad”.
Alexia Hananias señala que “los AF son alimentos que en forma natural o procesada contienen componentes biológicamente activos que ejercen beneficios para la salud y algunos ejemplos son el tomate, brócoli, pescado, zanahoria, ajo y té. Estos alimentos tienen beneficios potenciales para la salud como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y el riesgo de padecer cáncer”.
Finalmente, señala la académica que “es importante aclarar que este tipo de alimentos no mejora otras carencias que las personas pueden padecer, sino que complementan una dieta equilibrada para tener una óptima salud”.