El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, junto a su par de Salud, Begoña Yarza, anunciaron que los establecimientos educacionales adelantarán y extenderán las vacaciones de invierno por un periodo de tres semanas, con el objetivo de disminuir los contagios y descomprimir los servicios de salud.
Sin embargo, las empresas concesionarias de la Junta de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) aseguraron que esta decisión les preocupa porque no les permitió organizarse a tiempo y la carga económica está significando costos y esfuerzos no previstos.
Según lo definido por ambas carteras, la medida aplicará en todos los colegios, tanto públicos como privados, desde las regiones de Arica y Parinacota hasta Los Lagos, lo que cumpliría con el objetivo de contar con disponibilidad en los centros de salud, a causa del mayor control frente a las enfermedades respiratorias.
Las autoridades indicaron que las vacaciones comenzarán el jueves 30 de junio y las clases se retomarán el día lunes 25 de julio, no obstante, esta decisión mantiene en alerta, al menos, a 22 de las 26 empresas proveedoras de Junaeb, las cuales calculan alimentar a más o menos un millón y medio de niñas, niños y jóvenes, y que hoy están en una situación muy complicada, viendo de qué manera resolverán el abastecimiento que no tenían presupuestado para esos días de extensión.
En entrevista con diario La Tercera, Darío Calderón, presidente de la Asociación Gremial Nutre Chile, que reúne a 22 de los proveedores, señaló que “la asistencia de los estudiantes durante las vacaciones es prácticamente nula y la mayor parte de la alimentación que podríamos ofrecer sería perdida, lo que hoy resulta inaceptable. No se está escuchando esa experiencia”. Según se indicó, es posible que la mayoría de las empresas pierdan cientos de millones de pesos en alimentos correspondientes a esa semana, ya que, al no presentarse los niños, las raciones no serían entregadas, por tanto, tampoco serían pagadas a las empresas.
Desde el gremio aseguran que los costos que manejan las empresas concesionarias ya se estaban viendo afectados por la inflación y el encarecimiento de la mano de obra, factores a los cuales hoy se suma el mandato de abastecimiento extra de alimentación en corto tiempo y la incertidumbre con respecto a si efectivamente los alumnos y alumnas recibirán estas raciones. Otro agravante es que los buses de acercamiento a los establecimientos no estarán funcionando, por lo tanto para cientos de niños y niñas será más complejo aun ir a recibir sus raciones. Indicaron que, de no solucionarse toda esta problemática de una mejor manera, algunas empresas podrían llegar a devolver los contratos al Estado.
Debido a lo anterior, Calderón solicitó -según consignó Diario Financiero-, que se pague mayor porcentaje en función de los costos fijos, ya que varias empresas estarían en este momento trabajando a pérdida. Agrega que la Junaeb arrastra deudas de proporciones mayores debido a la mala administración de años anteriores, afectando seriamente a los proveedores. Desde Junaeb en tanto, señalaron que se están acordando diversas líneas de trabajo para que las raciones sean cubiertas y que, asimismo, existe un compromiso por cumplir con los contratos suscritos.