Este año, a diferencia de los dos años anteriores, el coronavirus está circulando junto a los virus estacionales de invierno habituales como influenza, parainfluenza, adenovirus y el virus respiratorio sincicial (VRS).
Esto sin lugar a dudas configura un panorama que nos llama a estar alertas y aumentar las medidas de precaución. Según los datos registrados por el Ministerio de Salud, en la semana epidemiológica N° 22, el 48,1% de las muestras resultaron positivas de algún virus respiratorio.
Y de las casi más de 3 mil muestras analizadas en los centros centinelas, el 30% corresponde a niños y niñas de 1 a 4 años, siendo lo más detectado el virus respiratorio sincicial con un 46,7% de los casos.
– ¿Pero qué es el virus respiratorio sincicial?
– El VRS se ha convertido en la principal causa viral de infecciones como la bronquiolitis (inflamación de las vías respiratorias pequeñas de los pulmones) y la neumonía entre niñas y niños pequeños en todo el mundo.
– ¿Cómo se transmite esta enfermedad?
– El VRS es altamente transmisible y se disemina por medio de gotitas de la saliva de personas sintomáticas por 3 a 8 días, pudiendo durar hasta 15 días en la vía respiratoria.
– ¿Quiénes son los más propensos a un contagio grave?
– Las personas con más probabilidades de presentar una infección grave por el VRS, y podrían ser hospitalizadas, son los niños menores de 2 años y adultos mayores, especialmente si son inmunocomprometidos o si además tienen otras patologías de base.
– ¿Cuáles son sus síntomas?
– Los síntomas se presentan dentro de los 4 a 6 días después de haberse infectado y generalmente incluyen: moqueo, apetito reducido (en niños y bebes), tos, estornudos, fiebre y sibilancias. En los bebés muy pequeños, los únicos síntomas podrían ser irritabilidad, menor actividad y dificultad para respirar. Casi todos los niños presentarán una infección por el VRS antes de cumplir los dos años.
– ¿Existe vacuna para el VRS?
– Recordar que el Virus Respiratorio Sincicial no tiene vacuna, por eso, cobra más relevancia vacunarse contra el COVID para evitar la coexistencia simultánea con otros virus, en el caso de niños mayores de 3 años. Actualmente no existe ningún tratamiento específico, pero se pueden manejar los síntomas como fiebre con antipiréticos indicados por un médico, además de mantenerse hidratado y volver a consultar en un centro de salud si los síntomas persisten o empeoran.
– ¿Qué hacer en caso que mi hijo presente síntomas?
– El VRS se puede detectar a través de la vigilancia centinela de enfermedad tipo influenza (ETI) llevada a cabo en Atención Primaria (en 43 centros a lo largo del país) y además mediante la vigilancia de casos de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG), que se realiza en 9 hospitales centinela, de alta complejidad desde el norte al extremo sur de Chile. Ante la aparición de esos síntomas, la recomendación siempre es consultar llamando a Salud Responde 6003607777 y al Servicio de urgencia de su centro de Atención Primaria de Salud como este Cesfam.
– ¿Cómo prevenir la enfermedad?
– Madres, padres, y cuidadores no deben olvidar que las medidas preventivas son las mismas para todos los virus respiratorios: lavado frecuente de manos, cubrirse con el antebrazo al estornudar o toser, ventilar los domicilios y utilizar mascarilla.
– ¿Qué estrategia está llevando a cabo el ministerio de Salud para hacer frente a la llegada de virus respiratorios?
– Este año 2022 preparamos una estrategia global de fortalecimiento de la red hospitalaria y de la Atención Primaria de Salud para enfrentar la mayor demanda por atenciones de salud. Esto permite la transferencia de 75 mil millones de pesos que se utilizarán para:
- Reforzar las salas IRA y ERA, en donde se están adquiriendo inhaladores y aerocámaras
- Atenciones Domiciliarias
- Extensión horaria en Servicio de Atención Primaria de Urgencia SAPU con extensión a 24 horas según necesidad territorial
- Unidades de Observación prolongada en Servicios de Alta Resolución (SAR)
- Refuerzo de atención de morbilidad respiratoria
- Rehabilitación COVID-19
- Refuerzo campaña vacunación Influenza