Fueron 2.684 alumnos de enseñanza media los que fueron encuestados para el estudio “Flujos de curatoría informativa en adolescentes” que fue elaborado por la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) con el objetivo de indagar en las actitudes y prácticas de consumo de noticias de los jóvenes entre 14 y 17 años, que se encuentran inmersos en un ecosistema mediático complejo y sobreabundante, en una etapa crucial de formación ciudadana.
Se trata no sólo de conocer sus prácticas de consumo, creación y circulación de contenidos, sino que identificar y comprender sus predisposiciones frente a la información que los rodea. En este sentido, se buscó analizar las percepciones y criterios editoriales y de discernimiento de los adolescentes respecto de la relevancia, calidad y credibilidad de la información a la que se ven expuestos diariamente.
Para esto, se realizaron siete grupos focales en adolescentes de primero a tercero medio de las regiones Metropolitana y Valparaíso, y nueve entrevistas en profundidad, entre abril y septiembre de 2021.
Uno de los principales resultados del estudio tiene que ver con el uso de redes sociales, donde se confirma que se trata de una de las actividades que más realizan los adolescentes. En esa línea, el 79% asegura ingresar a Instagram casi todos los días o más, similar al consumo de música, que llega al 78%. Cifras igual de elevadas se observan para la utilización de WhatsApp (75%) y TikTok (73%). Más atrás aparece el uso de YouTube (64%). Por otra parte, se aprecia que el uso de estas plataformas es más frecuente que otras actividades como conversar por teléfono, ver Netflix, leer un libro o jugar en Internet o con consolas. Es importante destacar, de todas formas, que gran parte de la recolección de datos de la encuesta, se realizó cuando las comunas estaban en cuarentena.
En relación con la utilización de redes sociales como fuente de noticias o información, Instagram se posiciona como la plataforma preferida: el 47% de las y los adolescentes dice que accede casi todos los días o más, con ese objetivo. Luego aparece la televisión (33%) y más atrás, YouTube (27%), TikTok (25%) y WhatsApp (23%).
El consumo de redes sociales con fines informativos también muestra diferencias de género. Las adolescentes, por un lado, presentan un uso más intensivo de Instagram en comparación a los adolescentes (51% versus 43%) y en Tiktok (33% y 17% respectivamente); los hombres, en tanto, tienen un mayor consumo en YouTube (35% versus el 21% de mujeres).
Otro aspecto relevante dice relación con la pregunta “¿cómo accedieron a la última noticia que leyeron o recuerdan?”. En ese ítem un 25% dijo haberlo hecho a través de una persona famosa que sigue en redes sociales (Youtubers o influencer); aunque el 60% lo hizo en medios tradicionales como televisión, radio o diarios; un 58% por familiares y amigos cercanos en redes sociales; y un 55% directamente por redes sociales.
Según explica Arturo Arriagada, profesor asociado de la UAI y quien estuvo a cargo de la investigación, “cuando los adolescentes reciben una información, desarrollan distintas estrategias para verificar cuán real y cuán cierta es la información que les llega. Así, lo comentan con sus familias, investigan en buscadores y en medios sociales online para ver distintas visiones de la noticia”.
“Esto se ve complementado con el encuadre noticioso que les dan los medios a las noticias que, a juicio de los adolescentes, muchas veces les genera angustia por lo que desarrollan mecanismos de defensa como optar informarse a través de medios independientes o fuentes informativas a veces más asociadas a causas, como ocurre con las temáticas medioambientales o de género”, señala.
Algo curioso, agrega Arriagada, es que el grupo estudiado pone al mismo nivel a los medios y plataformas digitales: “es decir, no necesariamente le dan más relevancia al periodista o al editor, que, al algoritmo, ya que consideran que ambos pueden entregar y definir los criterios de lo que es noticioso”.
Temas de interés
Por otra parte, el estudio aborda los intereses que tienen las y los adolescentes en distintos temas de actualidad. En este sentido, se muestra que el tema que genera mayor interés es la desigualdad social (69% declara mucho interés) y el abuso contra las mujeres (60%); mientras que la política es el que despierta menos interés.
En este ámbito destacan diferencias relevantes por género: las adolescentes señalan mayor interés en temáticas sociales como la desigualdad social (86%), el abuso contra las mujeres (76%) y los movimientos sociales (55%), superior en 25 puntos o más respecto a los hombres.
En materias o aficiones personales como el deporte y la tecnología, los hombres registran mayor afinidad: dos de cada tres hombres (66%) reportan alto interés en la tecnología, mientras que solo una de cada 3 mujeres (34%) lo hace. La opción por el deporte alcanza 46% para los hombres y solo 16% entre las mujeres. Los únicos dos temas donde no hay diferencias estadísticamente significativas en el nivel de interés entre hombres y mujeres son delincuencia (46% a nivel general) y política (19% a nivel general).
Además, los resultados del estudio sugieren que los adolescentes no ven sus intereses reflejados con el mismo grado de importancia en la cobertura mediática y de redes sociales. En el caso de la desigualdad social -que interesa a un 69% de los encuestados- no es vista a juicio de las y los encuestados como importante por parte de los medios tradicionales: solo 22% considera que le dan mucha importancia.
En general, la percepción de las y los jóvenes encuestados es que las redes sociales están mejor alineadas con sus intereses que los medios tradicionales.
Política y participación
El estudio también evalúa la predisposición de las y los jóvenes a participar en actividades cívicas y políticas cuando sean mayores de 18 años. El 60% de las y los encuestados afirma que es ‘probable o bastante probable’ que vote en elecciones cuando sea mayor de edad. Le sigue con distancia apoyar a un candidato político (22%), suscribirse a un medio gratuito (14%) y ser voluntario en una campaña política (6%). Esto muestra que, a grandes rasgos, los jóvenes ven poco probable involucrarse en actividades político-partidistas cuando sean mayores de edad.
Otro dato relevante dice relación con la efectividad que las y los jóvenes conceden a las distintas formas de hacer oír su voz por parte del gobierno. En el estudio se le pidió a las y los encuestados elegir la forma de participación que les parecía más efectiva (sólo podían seleccionar una de las cuatro alternativas). ¿Resultado? La mitad (50%) de las y los adolescentes considera que las marchas o manifestaciones son la forma más efectiva de hacer oír su voz. por su parte, y uno de cada tres (32%) escoge el voto en las elecciones. En decir, la participación extra-institucional es vista como más efectiva que las vías institucionales. Mientras tanto, el 12% considera que la forma más efectiva es a través de los medios de comunicación tradicionales y tan solo el 6% cree que es a través de la expresión en internet y redes sociales. Esto muestra que, si bien las y los jóvenes se informan por redes sociales, no perciben que la incidencia política efectiva pase por esas plataformas sino por acciones presenciales.
Respecto de esto, la decana de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo UAI, Magdalena Browne, plantea que las y los adolescentes se encuentran justamente en una transición de la niñez al mundo adulto “donde conforman sus motivaciones y disposiciones para, eventualmente, generar prácticas futuras de mayor participación política y de involucramiento. Por eso es tan importante estudiar a este grupo en particular, porque están en un proceso de socialización”.
Estos adolescentes, agrega, “están formando un nuevo tipo de generación que por primera vez, y con fuerza, han visto inmersa su vida social y su identidad en un mundo digital. Eso es lo que este estudio demuestra con claridad”.
Y dice: “esta generación, de forma inédita, está viviendo nuevas formas de ejercer ciudadanía, a través de redes sociales, de expresar opiniones y apoyar causas de forma digital”.