Uno de los debates que ha surgido en el último tiempo es si mecanismos aplicados para medir la pobreza en Chile son los óptimos para reflejar la realidad nacional. Según un estudio de la Fundación Sol publicados en agosto recién pasado, quedó al descubierto un aumento importante en la cifra de la pobreza en Chile, alcanzando a cuatro de cada diez habitantes. Al respecto, los académicos de la Facultad Ciencias Sociales y Económicas de la Universidad Católica del Maule Dra. María Haydée Fonseca y Dr. Octavio Martínez, entregan su visión.
El doctor Martínez, parte aclarando que es imposible lograr una forma exacta para reflejar la situación de vulnerabilidad que viven las personas y las familias, esto por la alta heterogeneidad que existe. “Se pueden discutir algunos temas metodológicos respecto a la medición, como aquellos referidos a la definición de la canasta que se considera como reflejo de las necesidades básicas. No obstante, en términos generales se debe reconocer que la metodología de medición oficial ha tenido importantes mejoras en los últimos años, la propia inclusión del indicador de pobreza multidimensional es un reflejo de aquello”, sostuvo.
Además, agregó el doctor Martínez, “Este es un tema que sigue abierto en el debate público, aunque quizá no con la fuerza que quisiéramos, pero nos da esperanza de continuar avanzando. Por otra parte, si bien es posible obtener mediciones complementarias más precisas y adecuadas para la realidad de Chile, también es necesario recordar la importancia de contar con un indicador general que nos permita la comparación a nivel internacional, y en esto el indicador de pobreza vía ingresos juega un rol fundamental”, dijo.
Realidad chilena
“Hay que tener mucho cuidado en qué es lo que estamos midiendo, ya que el término “pobreza” es muy general. Si excluimos elementos como la asignación familiar, pensión básica solidaria, subsidios y bonos, el indicador de pobreza aumentaría en relación a la medición oficial, con lo cual se podría erróneamente pensar que esto es muestra de que existen más personas pobres, pero dichas asignaciones son una realidad en muchos casos. Es claro que la solución al problema de la pobreza no se la podemos dejar al mercado, con lo cual, otra lectura podría estar más relacionada con el impacto de las políticas públicas en la reducción de la vulnerabilidad de las familias”, indicó.
A lo que el doctor Martínez, agregó que “Según la metodología de medición oficial, a una persona que es dueña de una vivienda se le imputa como ingreso del hogar el equivalente al costo que tiene un arriendo en el sector donde habita (esto es lo que se conoce como alquiler imputado), con lo cual, una persona podría no tener trabajo ni dinero para comer, pero gracias al ingreso imputado podría no considerarse pobre, lo cual claramente es una debilidad de la metodología oficial. No obstante, las mediciones en donde solo se incluya el ingreso por trabajo y la jubilación contributiva, además de excluir transferencias como la asignación familiar, pensión básica solidaria, subsidios y bonos, excluyen también los ingresos de capital y el alquiler imputado, con lo cual, se podría estar considerando como persona pobre, por ejemplo, a aquel hombre de mediana edad que no trabaja y vive en su mansión, recibiendo ingresos producto de las acciones y bonos que tiene en el mercado bursátil y los intereses ganados por el dinero que tiene en las cuentas de ahorro heredadas”, afirmó.
En ese sentido, la doctora Fonseca, concluye que “En general las diversas mediciones de la pobreza nos sirven como base y punto de partida, pero claramente no podemos quedarnos ahí, es preciso incluir otros insumos que nos permitan un mejor acercamiento a la comprensión de la realidad de las familias que viven en situación de pobreza”, expuso, advirtiendo al mismo tiempo que es preciso ser cuidadoso con las interpretaciones de los resultados y es preciso siempre revisar a fondos las metodologías para comprender la información que entrega cada indicador.
Cabe destacar que la Dra. María Haydée Fonseca, es académica de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas de la UCM, e investigadora Asociada del Observatorio Laboral del Maule (OLM) y del Centro de Estudios Urbano Territoriales (CEUT). Por otra parte, el Dr. Octavio Martínez, es académico de la Escuela de Ingeniería Estadística de la Facultad de Ciencias Básicas del plantel.