Caracterizar la situación laboral de la población refugiada y migrante venezolana en Chile, identificar las necesidades que impiden su integración sostenible en el tiempo en esta materia y conocer las principales expectativas y proyecciones en ese contexto, son los objetivos de la investigación elaborada por el Centro Nacional de Estudios Migratorios de la Universidad de Talca (CENEM) en colaboración con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El análisis fue dado a conocer en un conversatorio en el que participó el director del centro dependiente de la Escuela de Ciencias Políticas y Administración Pública de la UTalca Campus Santiago, Medardo Aguirre; Fabiola Vergara, académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UTalca; Delfina Lawson, oficial de Protección de ACNUR; y Jorge Canales, académico de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Chile, sede Temuco.
El universo contemplado para la muestra se conformó sobre la base de encuestas online, entrevistas personales y llamados telefónicos a 1.460 personas venezolanas mayores de 18 años, aplicados entre agosto y septiembre de 2021.
Así, el 59,5% de los hogares de las personas refugiadas y migrantes que participaron del estudio tienen ingresos iguales o menores a $486 mil, mientras que el 24,5% fluctúa entre $486 mil y $810 mil. Además, el 85,1% de ellos lleva en Chile igual o menos de tres años y el 60,1% es de la Región Metropolitana.
Resultados
Sobre el último trabajo o actual labor, un 36% indica desempeñarse en el sector comercio, mientras que el 20% realiza actividades de hogares (jardineros, asesoras del hogar, conserjes, por ejemplo). En tanto, el tercer lugar (8,1%) trabaja en labores profesionales, científicas o técnicas.
También se analizó la relación entre los diferentes trabajos desempeñados, tanto en su país de origen como en Chile. Es así que el 43% de los refugiados y migrantes que pertenecían al comercio siguen en el mismo rubro, mientras que el 19,6% de los ciudadanos venezolanos que en su país desarrollaban actividades profesionales, científicas o técnicas, ahora trabajan en el comercio.
Sobre los principales obstáculos para la inserción laboral en Chile, el 50,1% respondió que es el vencimiento de las visas o la cédula de identidad; el 49% fue por la situación migratoria irregular al ingresar por un paso no habilitado; y los bajos salarios, un 25.6% (esta pregunta era de múltiple respuesta, por lo que la suma de porcentajes es mayor a 100%).
Ingresos
Uno de los hallazgos más importantes fue que el 70% de refugiados y migrantes venezolanos que están en situación irregular tiene ingresos menores o iguales a $320 mil.
Por otro lado, un 47,4% del total de los encuestados pertenece al sector privado; un 23,6% trabaja por cuenta propia; el 11,7% desarrolla labores de servicio doméstico; y 8,9% es patrón o empleador.
Respecto de la situación contractual, el 42,1% de las personas entrevistadas que trabajan dependiente tienen contrato a plazo definido, mientras que un 31,8% no tiene un contrato por escrito.
Otro de los antecedentes que se recabaron fue la disposición de traslado para encontrar trabajo. Un 77% de las personas encuestadas estarían dispuestas a ir a vivir a otra región para buscar mejores oportunidades laborales.
“Importante insumo”
El director del Centro Nacional de Estudio Migratorios de la UTalca, Medardo Aguirre, señaló que la investigación realizada “puede ser un importante insumo para el proceso de integración laboral de los refugiados y migrantes venezolanos que están en Chile”.
Agregó que “es relevante la rápida integración laboral, puesto que así también son un aporte para la recaudación fiscal. Pagan IVA por consumo, sin olvidar que el IVA es una de las principales fuentes de recaudación en Chile. De hecho, hay un estudio del Banco Central que cuantifica en un 4% del PIB el aporte conjunto que los inmigrantes hacen a través del consumo al PIB general del país. El estudio muestra también que hay una tendencia a tratar de buscar trabajo en los mismos sectores en que se desempeñaban en Venezuela”, subrayó.