Una serie de dudas plantea la familia de la joven Cauquenina Jocelyn Rivas Concha, quien fue encontraba muerta la madrugada del 4 de julio pasado en la vía pública. Las autoridades policiales y judiciales afirman que fue un suicidio. Sin embargo, la madre de la víctima acusa que hubo innumerables irregularidades en los procedimientos y que no cree en la tesis de la autoeliminación, sino que, por el contrario, sostiene que su hija fue asesinada.
Reveló que no le permitieron reconocer el cuerpo, que solo vio su cara, y que se enteró luego que le habían extraído el útero para hacer estudios, ya que la joven se encontraba embarazada.
Asimismo, indicó que tras solicitar una segunda autopsia, se llevaron el cuerpo del velatorio, pero que no hubo un nuevo examen tanatológico. Más aun, indicó que al ver el ataúd abierto en el Servicio Médico Legal, se percató que al interior del cajón estaban la casaca, los jeans, un polerón y la ropa interior, prendas que no mostraban signos de suicidio. Afirma que estas prendas debieron haber sido estudiadas como pruebas.
Insistió en que en el sitio del suceso “no se hizo peritaje antes de levantar el cuerpo” y que hubo un mal procedimiento ya que “debieron haber esperado que yo llegara” y, además, manipularon el lugar sin llamar previamente a Laborcar o Bicrim.
Viviana Concha presentó una querella criminal por homicidio contra quienes resulten responsables de la muerte de Jocelyn, la que hasta el momento no presenta avances y que hay dudas que no son aclaradas por el sistema judicial. Incluso, indicó que ni ella ni su abogada tienen acceso a la carpeta investigativa que tiene carácter de reservada.
En este sentido, apuntó que “estamos destruidos como familia” porque es un “proceso muy difícil” ya que “el sistema nos pone una verdad que no existe”.
Relató que la víspera de su muerte la joven durmió casi todo el día ya que había salido la noche anterior. Alrededor de las 22 horas del sábado 3 pasaron unos amigos a buscarla en auto y que la llamó luego como a las 00.30 horas diciéndole que estaba en casa de unos amigos en la Población Fernández.
Llegó a la casa como a las 3.30 horas, conversó con su madre, comió algo en la cocina y se acostó en su cama. Sin embargo, unos minutos después recibió una llamada que le pedía ir a buscar un amigo a un “after” que se desarrollaba en las inmediaciones.
Salió y dejó puerta junta. No se le volvió a ver con vida.
A las 10 horas aproximadamente llamó la PDI para indicar que debían darle una información importante. Al llegar los funcionarios le señalaron que la joven había sido encontrada ahorcada con su casaca de tela tipo nylon en la calle Yungay y que debía ir a reconocer el cuerpo a las 15.30 horas al Servicio Médico Legal. Sin embargo, en aquel lugar se dieron cuenta que ya estaba en el interior del ataúd y no solo podía ver su rostro, el que presentaba golpes y rasguños, que no tienen explicación oficial.
Viviana Concha atribuye la muerte a homicidio y no suicidio, porque “una persona que se va a quitar la vida no llega a su casa, no come” y, además, no había antecedentes sicológicos y tenía un proyecto de vida que incluía recibirse y seguir perfeccionándose.
En todo caso, señaló que seguirá adelante con su campaña para conocer la verdad sobre la muerte de su hija que no ha sido investigada adecuadamente.
Centenares de personas se han manifestado de diversas formas en Cauquenes exigiendo una aclaración de las circunstancias de la muerte de Jocelyn que, hasta el momento, presenta más dudas que certezas.