Una disminución de la circulación de la influenza y de otros virus respiratorios que hasta hace un tiempo afectaban fuertemente a la salud de las personas especialmente en invierno se registró producto del uso masivo de mascarillas por la pandemia de COVID-19, tema al cual se refiere la Dra. Laura Andrea Huidobro, académica de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica del Maule (UCM).
En primer término, la doctora Huidobro, compartió que el uso de mascarillas nos ha permitido controlar la pandemia y al mismo tiempo frenar las enfermedades respiratorias infecciosas. “De hecho, la influenza en el 2020 se presentó solo con algunos casos aislados.
También disminuyeron los casos de otros virus respiratorios, limitándose a algunos brotes de adenovirus y parainfluenza, respecto del 2018 y 2019.”
Según indicó, las enfermedades respiratorias infecciosas ocurrieron principalmente en la región Metropolitana, lo que probablemente se debe a la mayor densidad poblacional y a que las medidas de prevención son más difíciles de aplicar o son menos efectivas por el mayor hacinamiento.
Es por esto que “Es gracias a las medidas de prevención, particularmente el uso de mascarilla, que los ingresos a los servicios de urgencia y la mortalidad por virus respiratorios no SARS-CoV 2, fue mínima el 2020. Estas estadísticas son fuente importante para educar a la población, ya que las personas pueden evidenciar empíricamente como medidas tan simples como el uso de mascarilla y el lavado de manos, pueden disminuir el riesgo de enfermar y la carga en salud para nuestro país”, afirmó la académica de Medicina UCM.
Sobre qué otras enfermedades también han disminuido su impacto negativo en la población por medidas como el distanciamiento social y lavado permanente de manos. La doctora Huidobro, manifestó que “Si bien, no hay estadísticas nacionales aún sobre incidencia de enfermedades infecciosas y parasitarias, si existe el dato sobre hospitalizaciones por estas causas. En este sentido, estas hospitalizaciones disminuyeron de 2,3% el 2019 a 1,9% el 2020, seguramente como consecuencia del encierro, uso de mascarillas y lavado de manos frecuente”, sostuvo.
Seguir la prevención y el uso mascarillas
Para la doctora Huidobro, el mantener las medidas de prevención en este momento, en que aún no alcanzamos un nivel de vacunación que permita la famosa inmunidad de rebaño, es indispensable para mantener el control de la pandemia. “La experiencia de Israel, que suspendió las medidas de prevención al alcanzar su objetivo de vacunación, nos enseñó que no era prudente suspender estas medidas. Como las nuevas cepas responden menos a las vacunas y existía un porcentaje de población no vacunada, Israel sufrió un brote muy importante después de haber considerado superada la epidemia. Chile fue más precavido y mantuvo las medidas preventivas, lo cual nos ha permitido mantener controlada la epidemia, con un número estable de nuevos casos”, advirtió.
En ese sentido, “Debemos recordar que los niños son portadores importantes de SARS CoV 2 y que al regresar a sus recintos educacionales pueden significar un riesgo de nuevos brotes, por lo que no debemos descuidarnos. Hay que recordar que los niños menores de 6 años, no serán vacunados en Chile según el plan de vacunación vigente. Las medidas preventivas deben mantenerse hasta que se cumpla la totalidad de población objetivo vacunada. También va a ser importante el trabajo científico y académico que nos indique el tipo y número de refuerzos de vacunas anti COVID 19 que va a ir requiriendo la población, de manera de mantener el COVID como una enfermedad endémica, como lo es la influenza, con algunos casos aislados, pero sin el impacto de una epidemia”, agregó la académica de Medicina UCM.
Otras recomendaciones sanitarias
Si bien no se ha demostrado que el COVID se transmita a través de fomites, explicó la doctora Huidobro, se sabe que muchas otras enfermedades como el resfrío y gastroenteritis, si lo hacen. “La experiencia de estos años nos ha enseñado que las medidas de lavado y limpieza (sanitización) de alimentos y objetos de contacto frecuente favorece nuestra salud. Por otro lado, los efectos de encierro, teletrabajo y distanciamiento físico, nos permitió conocernos mejor, tener más intimidad dentro de las familias y darnos cuenta que debemos estar más atentos a nuestras necesidades personales, familiares y sociales. En este transitar por la pandemia hemos entendido el significado del autocuidado”, indicó.
Otro aspecto que sumamos en pandemia es que “Aprendimos que debemos organizar nuestros horarios, debemos cautelar los espacios de esparcimiento, de actividad física y de alimentación saludable, debemos poner límites a nuestros espacios de trabajo y no permitir que el trabajo invada la vida familiar, ni vice versa. Aprendimos que es posible ser más responsables con el entorno, vivimos como la contaminación es posible de detener e incluso revertir y que somos co-actores en el cuidado de nosotros y nuestro medio ambiente”, puntualizó la doctora Huidobro.