La frase “Lo que no te mata te fortalece”, escrita por Friedrich Nietzsche, filósofo alemán, es muy aplicable para esta semana que termina en la Convención.
El comienzo fue el menos esperado. ;La mentira del convencional Rodrigo Rojas (“Pelao Vade”) ha sido un gran remezón para la mayoría de chilenos que creemos en este proceso histórico y que lo entendemos como único camino posible para sacarnos de la crisis en que nos encontramos. Cuidar la Convención no es un capricho político sino una responsabilidad nacional, ya que de no lograrse el propósito solo extenderá aún más el estallido social y sus causas sin solución.
Es esto lo que desconcierta de Rojas Vade y le da razones a los sin razón, esto es, a aquellos que solo quieren que este conflicto social se mantenga porque lo minimizan como una suerte de daño colateral de menor rango de su “Chile Imaginario”, ese Chile de los tecnócratas con una elite indiferente que sigue creyendo bajo su egoísmo apático que lo que teníamos era bueno porque simplemente a ellos les funcionaba.
La Convención nace como una respuesta ciudadana a un Chile dañado socialmente para iniciar un camino no menos pedregoso que restablezca las confianzas quebradas. A partir de este diagnóstico resulta inentendible que la mentira haya sido el argumento de quien forjó su liderazgo representando el sufrimiento de muchos. Su discurso fue la dignidad de quienes padecen enfermedades catastróficas y el justo reclamo contra los abusos del negocio de la salud, por lo que tal engaño solo acrecienta una vez más la frustración de quienes al fin sentían que su voz estaría bien representada en las discusiones del Chile que viene … grave y doloroso atentado a la fe pública.
Desde lo humano uno podría compadecerse imaginando el sufrimiento que lleva a una persona a ocultar una verdad por años a su familia y después a Chile entero, pero esto no justifica en nada, absolutamente en nada, el deterioro causado a la Convención y en especial a los votantes de Rojas Vade.
Siguió la semana con la denuncia de los diputados del rechazo Labbé y Luck, quienes aseguraron que 12 convencionales reciben el IFE de forma irregular. Sin embargo, esta mediática acusación no fue más que otro fallido intento por enlodar la Convención ya que como fue aclarado desde el Ministerio de Desarrollo Social esta información solo respondía a una desactualización del Registro Social de Hogares, lo cual incluso fue reconocido por la convencional de la UDI Marcela Cubillos.
Y finalmente termina la semana con la suspensión del pleno ante la molestia de los convencionales de pueblos originarios por la propuesta de la Mesa sobre votar algunas normas referentes a estos pueblos por quórum de 2/3. Si bien es algo que se resolverá, lo cierto que la norma actual dispone que tal quórum es exigible para aprobar las normas constitucionales y los reglamentos de votación.
Si el reglamento que está por aprobarse establece quórum de mayorías simples para materias que no sean de votación, es posible acceder a lo que plantean tales convencionales, pero insistir en no respetar el quórum de los 2/3 resulta inoficioso ante la certeza que no existe el tercio de bloqueo que tanto se temía antes de las elecciones de los constituyentes.
La fortaleza de la Convención se construirá superando cada valla puesta en el camino. Sabíamos desde el inicio que su año de duración sería difícil, más cuando algunos insisten en mediatizar cualquier acto o hecho puntual representándolo como genérico con el solo fin de acrecentar la caja de resonancia de cada tropiezo. La gran mayoría de los convencionales ha hecho un trabajo silencioso que, a pesar de las piedras, va avanzando a paso firme muy a pesar de esta minoría crítica que sigue catalogando de “circo” a la Convención bajo su mirada conectada al Chile de antes, al de las elites intelectuales, políticas y económicas donde estas “salidas de libreto” no existían pero que su lejanía no representaba nuestra realidad, aquella que estalló el 18 de octubre.
El Chile de verdad es el sufrido y resiliente, que se sobrepone a todo, a ratos caótico, pero con una épica inclaudicable para lograr lo que se propone. Es este Chile el que tuvo la sabiduría para representar lo que somos en la Convención, dando cabida a todos y todas, desde el menos instruido al más, diverso, solidario y pluralista, con el convencimiento absoluto que este momento histórico nos pertenece y lo sacaremos adelante … el Chile movilizado se ganó este espacio y no lo desaprovechará porque será nuestro.