En su largo caminar en búsqueda de la dimensión espiritual de la vida, Jaime Hales acaba de publicar El Camino de la Sabiduría /o la historia de Hassán Alí (HB Editores, 2021). “El ser humano es el eje del mundo que estamos construyendo y en su corazón residen las respuestas que tanto nos cuesta escuchar, en el tránsito hacia una nueva realidad”, precisó durante la conversación que sostuvo con www.elmauleinforma.cl
Jaime, la historia de Hassán Alí es la de la búsqueda de la sabiduría que todos debemos emprender. ¿Cómo alcanzarla en esta época de incertidumbre?
-Lo importante es el proceso de despertar y buscar. La sabiduría nos trasciende y si algo hemos aprendido es que, en la expansión de nuestras potencias, que yo llamo desarrollo personal, siempre el camino nos deparará sorpresas. Vamos descubriendo que el horizonte está siempre más lejos. Mientras más sé y más descubro, me doy cuenta que la sabiduría es más grande de todo lo que puedo imaginar.
Por eso lo importante no es una meta final, llegar a un término o proclamar las etapas que voy desarrollando y cumpliendo. El sabio no es el que llega al final, sino el que va un poco más adelante que algunos y reconoce que hay también otros que están más avanzados. El sabio, el maestro, avanza cada día un poco, tiene conciencia de que nunca se detendrá. La sabiduría es un proceso creciente que solo terminará el día en que alcancemos la plenitud en la divinidad, lo que es difícil de pensar que se alcanza en una sola encarnación. El sabio, el maestro, se sentirá feliz cuando sea superado por sus discípulos. ¿La incertidumbre? Es propia del ser humano en todas las épocas, a veces más y a veces menos. Lo importante es no perder la perspectiva personal del camino que, como sabemos, siempre se hace con otros.
¿Qué señales indican que nos aproximamos a una nueva era?
-Los astrónomos nos enseñan la precesión de los equinoccios. El sol se levanta cada primera mañana después del día del equinoccio de primavera en el norte y de otoño en el sur (21 de marzo) teniendo como trasfondo una determinada constelación, lo que se repetirá a lo largo del recorrido que hace por ese mapa de 30 grados. El sol avanza un grado cada 72 años. Es decir, aproximadamente cada 2.000 o 2.100 años el sol tendrá una constelación diferente como escenario en el día señalado. En 1948 fue el primer momento en que el sol tomó la posición de la constelación de Acuario. Eso que sucede en el “cielo” siempre tiene un correlato en la civilización humana, que comienza a manifestarse un par de siglos antes del momento inicial. En el caso de la Era de Acuario, la fracasada revolución francesa de 1789 expone en sus principios lo que es la propuesta acuariana: fraternidad, justicia y libertad, abriendo el espacio a la inteligencia aplicada a las ciencias y al desarrollo de la tecnología, la vigencia de la espiritualidad y la revelación de los grandes secretos.
La conspiración de acuario
Jaime Hales Dib (Santiago 1948) realizó cursos de teología en la Universidad Católica y Derecho en la Universidad de Chile, licenciándose en 1973. Ejerció como abogado en temas de derechos humanos. En 1995 creo la academia de estudios holísticos Syncronia. Entre sus libros destacamos Encuentros (1982), Te amaré hasta la muerte (1992), Peregrino de ojos brillantes (1995), Por qué no te callas (2009) y Los 100 que mandan en Chile (2009).
Jaime, ¿cómo podemos superar el peso de nuestra vida actual, inserta en un materialismo y consumismo desenfrenado?
-Cada vez que hay un cambio de Era pasan cosas parecidas: la Era que muere se defiende. Lo que estamos viviendo es fruto de la decadencia de una Era que después de 2.000 años resiste para no permitir que avancen los criterios de civilización propios de la nueva Era.
A sus conceptos de materialismo y consumismo desenfrenados, agrego el individualismo aberrante que se enfrenta al “personalismo”, expresión que engloba como indispensable la relación con los demás. La persona es el sujeto inserto en su realidad social y que actúa así. El peso de la vida actual se superará en el avance de la conciencia de las personas y su decisión de trabajar con los parámetros de la nueva era. Es la conciencia de ser protagonistas del tránsito de las eras. Deberá reunirse una masa crítica que acelere el cambio.
La pandemia que nos azota, ¿ha servido para que reaccionemos?
-Sin duda, todos los hechos fuertes, que nos conmueven, tales como esta pandemia, o los terremotos u otros desastres naturales, ayudan a la conciencia de los que están más despiertos. Pero asustan a las mayorías. Por eso el cambio operará con más propiedad cuando se reúna la masa crítica suficiente.
¿Y dónde buscar “maestros” para una nueva vida?
-El maestro externo llega cuando el discípulo está preparado. Pero el verdadero maestro está viviendo dentro de nosotros mismos. Por eso el desafío es el desarrollo personal y el cambio social, como dos partes de una sola realidad.
Los seres humanos estamos desorientados en el mundo caótico que vivimos. ¿Qué les recomendaría?
-El mundo no es caótico. Lo que pasa es que algunos quieren alarmar, asustar y producir desorden. Recomiendo, partiendo por recomendarme a mí mismo, vivir cada día más consciente de sí mismo: darse cuenta de lo que cada uno hace, asumir las propias responsabilidades, escuchar más, amar más, poner atención y comenzar a abrir espacios de fraternidad, libertad y justicia.
En los años 60 hubo un fuerte impulso para buscar una vida más espiritual. ¿Qué pasó finalmente?
-Después de la brutal embestida de rechazo de los 70’, en que el mundo se llenó de una violencia inusitada asumida y promovida por los estados nacionales, bajo el imperio de las potencias imperialistas, se comenzó a reconstruir el camino en un esfuerzo silencioso y constante. La búsqueda está vigente y nunca terminará. Es lo que se ha dado en llamar “la conspiración de Acuario”, es decir el ejercicio de respirar juntos todos los que estamos por un cambio radical, profundo, sustancial de los parámetros sociales.
La propia búsqueda
Jaime, ¿y cómo ha sido su propia búsqueda de la sabiduría eterna?
-Errática, difícil, escuchando maestros verdaderos y falsos, rezando mucho, estudiando y reflexionando, conversando, es decir hablando y escuchando, tratando de ser más tolerante y abierto, intentando seguir el mandato de Jesús: ama a tu enemigo. Y nada de eso es sencillo.
¿Se siente cercano a alcanzarla?
-Cómo te dije, mientras más avanzas, descubres con propiedad que el final está muy lejos. Y no me interesa llegar al final, sino avanzar constantemente, con demoras, lentitudes, vacilaciones, errores, pero avanzando. Más me importa es cumplir con la tarea para la cual he nacido y en eso si estoy cumpliendo. Por eso estoy contento, haciendo lo que debo hacer y viviendo con toda la intensidad que puedo. Siempre he pensado en que si cuando muera se quiere decir algo de mí, digan que a Jaime lo sorprendió la muerte mientras vivía.
Habiendo sido un escritor precoz y con una vasta obra, ¿dónde ha encontrado luces?
-Los temas brotan de la vida misma. Soy un observador de la realidad y me encanta la gente, los lugares, las ciudades, el mar. Las bellas zonas del campo o las montañas que sirven de marco a pueblos y ciudades de Chile me inspiran historias y relatos. Otras veces me siento motivado por sucesos reales, que voy rellenando en sus detalles con mi propia imaginación. También he trabajado mucho la intertextualidad: me inspiro en canciones y otras creaciones de arte, como por ejemplo el libro que escribí con cuentos basados en las canciones de Joaquín Sabina.
También me entusiasman e inspiran los acontecimientos sociales y políticos, que activan mis ideas, me ayudan a fortalecer mi mirada de la historia y de la política, generar propuestas nuevas para la sociedad actual. Los temas holísticos me han movido para escribir varias obras, la principal de las cuales es La era de acuario, publicado por Catalonia.
El tarot, ¿nos puede ayudar a encontrar el camino?
-Los libros de sabiduría – el tarot lo es – evidentemente nos ayudan, pero es insustituible el desarrollo de la propia conciencia. El tarot nos guía por las rutas de la vida, para que cada uno vaya construyendo su propio camino.
Jaime, ¿en qué momento de la vida se encuentra?
-Sin duda que a los 73 años ya pasé la mitad de la vida: sin embargo, estoy plenamente animoso para el amor, para trabajar en el Tarot y en Terapia de Vida Pasada, hacer clases y sobre todo para seguir escribiendo. Ahora preparo un volumen de cuentos que espero que vea la luz en enero. Estoy con varios libros en carpeta, de los cuales tengo los esquemas: dos novelas y dos ensayos. Estoy contento, con energía, con ánimo, con alegría de vivir y mucho amor.