Un mes lleva la implementación del programa piloto de atención a detenidos en unidades policiales, el cual la Defensoría Regional del Maule puso en marcha en las comunas de Talca y Curicó y que tiene por objeto prestar el servicio de defensa desde las primeras horas de la actuación policial en contra de una persona que ha sido imputada de un delito.
El proyecto ha permitido contar con cuatro defensores penales públicos dedicados exclusivamente para asistir a las personas que resulten detenidas y trasladadas a las principales comisarías de ambas ciudades, las cuales son entrevistadas por los abogados, se les da a conocer los derechos que tienen y se les orienta para el proceso de las audiencias de control de la detención.
Rodrigo Flores, jefe de la Unidad de Estudios de la Defensoría Regional del Maule, monitoreó parte del proceso de trabajo en terreno e informó que los defensores establecieron un sistema de trabajo coordinado con Carabineros y PDI que les permite tomar conocimiento de las detenciones tres veces al día. “Hasta ahora hacemos una evaluación exitosa del proceso, dado que con este piloto hemos aumentado la frecuencia de las visitas y también la cobertura de recintos policiales”.
Trabajo en terreno
En Talca, las defensoras penales públicas, Alexandra Acevedo y Paz Díaz realizan visitas y entrevistas en la Tercera y Cuarta Comisarías, además de la Tenencia La Florida, la Primera Comisaría de San Clemente y cuartel PDI.
En el caso de Curicó, los defensores Carolina Gutiérrez y Claudio Córdova asisten a los detenidos que son trasladados desde las diversas tenencias y retenes a la Primera Comisaría de Curicó, además de monitorear el estado diario en la Tercera Comisaría de Teno y el cuartel PDI.
El trabajo en terreno ha permitido transmitir a las personas que son detenidas e imputadas de un delito, los derechos que les asisten desde el primer momento del procedimiento policial, como contar con un defensor/a y entrevistarse privadamente con éste/a, conocer el motivo de la detención, realizar una llamada, guardar silencio y no firmar documentos sin la presencia de su defensor/a, ser tratado/a como inocente, no ser objeto de tortura y otros tratos crueles, estar separado del resto de los detenidos según sexo y edad, entre otros derechos.