Desde 2004 que se celebra el 21 de julio como el día mundial del perro. Además de ser un día para homenajear a esos peludos conocidos como el “mejor amigo del hombre”, la intención tras la creación de esta efeméride es crear conciencia en las personas sobre la inmensa cantidad de perritos que son abandonados a su suerte, o que aún están a la espera de una familia que los adopte en alguna perrera o refugio, y que según datos de la OMS, serían el 70% de los perros en el mundo quienes no cuentan con un hogar.
En este sentido, es importante tener en cuenta las consecuencias en los perritos que han sufrido algún tipo de maltrato, y es que como explica el Veterinario del alimento canino POEMA, Diego Rugeles “en varios estudios a nivel mundial, basados en comportamientos etológicos de los perros que han sido sometidos a cualquier tipo de maltrato, no solo físico sino también restrictivo de alimentos y de espacio en su hábitat, desencadenan múltiples comportamientos que no les permite incorporarse fácilmente a nuevos hogares. Entre estos comportamientos encontramos tasas significativamente altas de agresión y miedo dirigidos hacia humanos y perros desconocidos, excitabilidad, hiperactividad, comportamientos de apego y búsqueda de atención, ladridos persistentes y diversos comportamientos extraños y repetitivos”.
Cuando hablamos de maltrato, es importante entender que éste no es sólo físico o simple abandono, sino que existen distintas situaciones que pueden hacer que la vida de los canes, aún con humanos a cargo, no sea sana. Un ejemplo es el trato negligente hacia los perros, lo que implica el suministro deficiente de alimentos, agua, refugio o atención médica. Es una de las formas más frecuentes de maltrato animal. Los perros que viven en esta situación pueden estar solos o formar parte de un grupo más grande de perros en la misma situación.
Otra práctica habitual de crudo maltrato animal es la utilización de perros en peleas para la diversión de los humanos. Los perros sometidos a estas prácticas sufren consecuencias importantes, tanto psicológicas, como físicas ya que las heridas que se hacen en peleas suelen ser aún más peligrosas que las producidas en una pelea espontánea entre dos perros, con procesos de curación más largos que por lo general ni siquiera se respetan a la hora de utilizarlos para este tipo de “entretención”.
A veces el maltrato a los perros puede no dejar señales físicas, pero siempre tiene graves consecuencias emocionales. “según los mismo estudios, mencionados con anterioridad, realizados en más de 5.000 perros, demostraron que una tasa mayor al 80% de los canes presentaron aquellos signos etológicos que no les permite adaptarse fácilmente a nuevas familias y que son muy importantes de tener en consideración a la hora de adoptar para lograr una adaptación lo menos estresante posible”, finaliza el experto de POEMA.
Si estás pensando en adoptar algún perrito en situación de calle, POEMA entrega algunos consejos para hacer más fácil la adaptación del nuevo perro de la familia:
- Establecer un lugar para colocar su comida y crear una rutina de alimentación.
- Proteger al perro de los estímulos que le causan temor.
- Hablarle con voz tranquila y suave.
- Introducirlo a las nuevas situaciones de manera gradual, asegurándole de que el resultado es positivo. (conocer nuevos espacios, otros animales, etc)
- Es bueno sentarse en una habitación con tu perro para que se sienta cómodo contigo.
- Si tiene ansiedad por separación es necesario organizar bien las cosas de tu perro, como juguetes interactivos, snacks con los cuales puedan jugar durante un largo tiempo, así como también sus espacios para descansar.
- Satisfacer sus necesidades físicas; manteniendo agua siempre fresca en su plato, sus raciones correctas de alimento, un espacio para dormir, siempre limpio y libre de parásitos como pulgas.