Un equipo de investigadores liderados por el académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) Campus Santiago de la UTalca, Carlos Chávez, midió el uso de calefactores a leña o pellets dentro de los hogares de Talca con el fin de determinar variables ambientales dentro de la vivienda, tales como la contaminación por material particulado fino (PM 2,5), eficiencia y temperatura. Todo esto, además, con información sobre el gasto del combustible los días del análisis y su situación socioeconómica.
El objetivo de la primera fase de este estudio –realizado entre agosto y septiembre del año pasado en 325 hogares- fue analizar los beneficios privados o individuales que reciben los hogares que recambian su estufa a leña por una de pellets.
Los resultados preliminares del proyecto sugieren que los usuarios de estufas a pellets están expuestos -en promedio- a un nivel de material particulado fino (MP2.5) 13% menor al interior de la vivienda, y además presentan temperaturas más estables (25% menor en la variación); sin embargo, no tienen diferencias en el promedio de la temperatura alcanzada respecto de los domicilios que utilizan estufa a leña.
“Ambos tipos de tecnologías son usadas con la misma frecuencia. Sin embargo, al comparar el costo del combustible para diferentes periodos de tiempo (auto reportado por los hogares), se evidencia que el costo del combustible que enfrentan los usuarios de pellet es mayor al costo de los usuarios de leña”, explicó Chávez.
Junto al académico, participan como co-investigadores: Randall Bluffstone (Portland State University); Walter Gómez (U. de La Frontera); Mónica M. Jaime (U. de Concepción); y Adolfo Uribe, estudiante de Doctorado de la Universidad de Talca.
De acuerdo a datos oficiales del Ministerio de Medio Ambiente, se estima que más de 9 millones de habitantes (48% de la población) están expuestos a altos niveles de material particulado fino en el aire y alrededor de 3.600 personas mueren cada año por enfermedades cardiopulmonares, asociadas a la exposición crónica a la contaminación atmosférica. El uso de la leña es la principal causa de la mala calidad del aire en las zonas urbanas de las regiones del centro-sur.
Por tal sentido, desde el año 2011, el Estado ha llevado a cabo varios programas de reemplazo de estufas y programas de aislamiento térmico en más de 30 ciudades. Hasta ahora, más de 51.000 hogares han reemplazado las viejas estufas de leña por estufas que utilizan combustibles más limpios y eficientes (pellet, electricidad, gas, y parafina), con el fin de mejorar la calidad del aire para todos los habitantes de la ciudad.
“Los resultados indican también que los beneficios del programa en términos de mejoras en la calidad de aire al interior del hogar son mayores en el subgrupo de los hogares de menor ingreso. Esto es explicado, en parte, por el tipo de estufa a leña presente en los hogares de menores ingresos, los cuales usan tecnologías más ineficientes y que emiten mayor contaminación, como son las salamandras o estufas hechizas. Los efectos nocivos para la salud de las personas son entonces reducidos significativamente después de la instalación de la nueva estufa”, añadió el académico.
Es importante destacar que esta iniciativa se desarrolla con el financiamiento de Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional (Sida) a través del programa Environment for Development (EfD) y por medio de un convenio de colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente. La segunda etapa se realizará en Temuco. Ambas ciudades han sido declaradas como zonas saturadas.