Actualmente la Concesionaria a cargo del contrato de la Segunda Concesión Ruta 5 Tramo Talca-Chillán se encuentra en la etapa en que debe trabajar para entregar a la Dirección General de Concesiones de Obras Públicas (DGC) los estudios para definir el trazado definitivo de las obras, el que podría presentar ajustes en comparación al anteproyecto referencial licitado.
Una vez concluida esa etapa, que se prevé se extienda hasta el cuarto trimestre de 2022, la Sociedad Concesionaria deberá presentar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) o la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental para obtener la Resolución de Calificación Ambiental (RCA).
Respecto al sector baipás Talca, el concesionario sólo podrá dar inicio a la construcción de las obras una vez que se disponga de la respectiva Resolución de Calificación Ambiental (RCA) o del pronunciamiento de la autoridad ambiental, según corresponda.
De esta manera, sólo una vez que se definan y aprueben los nuevos ejes viales, es decir, el trazado mejorado de la ruta actual y del baipás, se podrá comenzar el proceso de expropiación de terrenos (que puede ser total o parcial), por lo que en la actualidad no es posible determinar con exactitud aquellos predios que pudieran verse afectados. Por otra parte, hay que aclarar que los procesos de expropiación pueden extenderse entre un año y medio a dos años, lo que busca dar garantías de transparencia, cumplimiento de la normativa vigente y entrega adecuada de información a quienes habiten o tengan la propiedad de terrenos en los cuales se desarrollará la obra pública.
Todas estas etapas son siempre informadas por los canales oficiales de la Dirección General de Concesiones (DGC) a fin de ser transparentes y claros en el proceso. Por todo lo expresado anteriormente, no es efectivo que la DGC haya o esté tomando contacto con propietarios de terrenos a expropiar. De hecho, no lo hará hasta fines de 2022, una vez que cuente con el trazado y la ingeniería definitiva de la ruta.