En condiciones de convertirse en ley quedó el proyecto que limita la generación de productos desechables, regula los plásticos y prohíbe el uso de utensilios de ese material que sirvan para un solo uso. Ello, luego que la Sala del Senado aprobara por unanimidad el informe que elaboró la Comisión Mixta para zanjar las discrepancias que se suscitaron entre ambas ramas del Congreso.
Posteriormente, la Sala de la Cámara Baja hizo lo propio con lo cual la iniciativa fue remitida al Ejecutivo para su trámite de promulgación.
Cabe recordar que las diferencias surgieron luego de los cambios que le introdujo la Cámara, pues dejaba sin sanción el incumplimiento de una obligación conforme a la cual las botellas plásticas desechables que se comercialicen por cualquier persona natural o jurídica, sean o no establecimientos de expendio de alimentos, deberán estar compuestas por un porcentaje de plástico que haya sido recolectado y reciclado dentro del país, en las proporciones que determine el reglamento. Dicha sanción se repuso en la Comisión Mixta, lo que fue respaldado en el Senado.
Fue la presidenta de la citada instancia, senadora Ximena Órdenes quien explicó el trabajo hecho en la Comisión Mixta y los principales alcances de la iniciativa, que es considerada como un paso gravitante en la protección del medio ambiente. Más aún, cuando Chile es considerado uno de los países de América Latina que produce más residuos por habitante.
Durante la votación intervinieron los senadores Carolina Goic, David Sandoval, Guido Girardi, Alejandro Navarro, Juan Ignacio Latorre, Ximena Órdenes, Isabel Allende, Ena Von Baer, Francisco Chahuán, Juan Pablo Letelier, Alejandro García- Huidobro, Alejandro Guillier y Felipe Kast.
Todos ellos, destacaron la importancia de limitar el uso de plásticos y residuos en general, sobre todo por el impacto negativo que ello implica en el medio ambiente. Asimismo, señalaron que es un paso importante, aunque no suficiente, para la gravedad de la contaminación que hay en el mar, e insistieron en la necesidad de contar con una política pública que potencia el reciclaje y generar un cambio de hábitos significativo en la población, donde prime la cultura del reciclaje y el buen uso de los plásticos.
El proyecto de ley tiene su origen en la tramitación conjunta de diversas mociones presentadas por los senadores Alejandro Navarro, Carolina Goic, Ximena Órdenes, Alfonso De Urresti, Rafael Prohens, David Sandoval, Luz Ebensperger, Ena Von Baer, José Miguel Durana, Iván Moreira, Carmen Gloria Aravena, Álvaro Elizalde, Francisco Chahuán, José García, Manuel José Ossandón, Guido Girardi, Felipe Kast, Juan Ignacio Latorre y Rabindranath Quinteros.
Su objetivo principal es la protección del medio ambiente y la disminución de la generación de residuos, mediante la limitación en la entrega de productos de un solo uso en establecimientos de expendio de alimentos; el fomento a la reutilización y la certificación de los plásticos de un solo uso, y la regulación de las botellas plásticas desechables.
En tal sentido, establece limitaciones a la entrega, por parte de los establecimientos de expendio de alimentos preparados, de productos de un solo uso, tales como vasos, tazas, cubiertos, palillos, pocillos, bombillas, platos, copas, cajas o envases de comida preparada, bandejas, sachets, individuales y tapas (salvo las de botellas), que no sean reutilizables.
Prohíbe absolutamente el uso de bombillas, revolvedores, cubiertos y palillos de plásticos de un solo uso.
Asimismo, establece normas sobre certificación de plásticos y dispone que los locales de ventas de comidas preparadas que entreguen productos de un solo uso de plástico, sólo podrán hacerlo si dichos insumos corresponden a aquellos respecto de los cuales, su fabricante o importador, haya obtenido la debida certificación por parte del Ministerio del Medio Ambiente.
Además, señala que los plásticos certificados deberán ser fácilmente distinguibles para los consumidores y que las botellas plásticas desechables, que se comercialicen deberán estar compuestas por un porcentaje de plástico que haya sido recolectado y reciclado dentro del país, en las proporciones que determine un reglamento, composición que deberá estar debidamente certificada.
La iniciativa impone a todos los comercializadores de bebestibles la obligación de ofrecerlos en botellas retornables y a recibir de los consumidores estos envases.