Randstad, la compañía de talento líder a nivel global, dio a conocer 6 claves para llevar adelante un home office saludable y productivo identificadas por su equipo de expertos en gestión del talento. Especialmente durante la temporada de vacaciones, cuando los equipos operan en menor capacidad, estos tips resultan de mucha utilidad para mantener la performance y evitar que el trabajo remoto comprometa nuestro bienestar. Definir un espacio de trabajo; generar una rutina diaria; fomentar la interacción social con colegas y superiores; mantener hábitos saludables; pausar las redes sociales para maximizar la productividad y utilizar herramientas de comunicación efectivas son claves para trabajar desde casa sin morir en el intento.
“El teletrabajo, que antes se consideraba una opción ocasional, ahora es una práctica habitual en muchas organizaciones a nivel global, especialmente para aquellos roles que no exigen presencialidad. Este formato, que se estima abarca entre el 30% y el 35% de la fuerza laboral, es altamente valorado por los colaboradores, ya que facilita un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal. No obstante, aunque trabajar desde casa ofrece múltiples beneficios, también plantea retos significativos en cuanto a productividad y bienestar”, sostuvo Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay.
Estas son algunos factores clave a tener en cuenta para mantener el equilibrio y sacar el máximo provecho del trabajo remoto, recopilados por los expertos en gestión del talento de Randstad:
1. Definir un espacio de trabajo. El home office es una experiencia única para cada colaborador, ya que las circunstancias personales varían ampliamente. Algunos comparten su hogar con la familia, otros trabajan solos; hay quienes disponen de espacios amplios y quienes deben adaptarse a áreas más limitadas. Sin importar la situación, establecer un espacio dedicado exclusivamente al trabajo es fundamental. Elegir un lugar fijo para trabajar y organizar los elementos laborales en un sitio específico no solo favorece la comodidad, sino que también ayuda a marcar límites claros entre el tiempo laboral y personal. Al finalizar la jornada, cambiar de ambiente y guardar los materiales de trabajo facilita la desconexión y fomenta un equilibrio saludable entre ambas esferas. Esta práctica contribuye tanto al bienestar como a la productividad.
2. Generar una rutina diaria. Para trabajar desde casa de manera efectiva, es crucial establecer límites claros entre el tiempo laboral y personal, así como mantener una rutina que prevenga que el trabajo invada todos los aspectos de la vida. Adoptar hábitos simples, como asearse y vestirse como si se acudiera a una oficina, incluso trabajando desde el living, puede influir positivamente en el estado de ánimo. Crear una rutina diaria que incluya la planificación de objetivos y prioridades es esencial, pero sin olvidar los momentos de descanso físico y mental. Incorporar pausas activas breves, al menos una vez por hora, ayuda a desconectar, evitar el sedentarismo y renovar energías. Asimismo, es fundamental realizar descansos más prolongados, como el almuerzo o la merienda, para regresar a las tareas con mayor enfoque y vitalidad.
3. Fomentar la interacción social. El home office puede generar una sensación de aislamiento, ya que al trabajar de forma remota, se pierde el contacto físico y la interacción constante con los compañeros. Por ello, es crucial organizar reuniones virtuales informales y actividades de equipo que ayuden a fortalecer los lazos, mantener el sentido de pertenencia y prevenir la desconexión emocional. Estas acciones no solo mejoran el ambiente laboral, sino que también contribuyen al bienestar psicológico de los colaboradores.Además, cuando es posible, los encuentros presenciales semanales ofrecen una excelente oportunidad para fortalecer las relaciones y revitalizar la colaboración.
4. Mantener hábitos saludables. Tanto en casa como en la oficina, es fundamental prestar atención a las fuentes de energía, como la alimentación, la actividad física y el descanso. También es importante mantenerse hidratado, levantarse y realizar estiramientos con regularidad. Consumir una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, contribuye a sentirse más ligero y con mayor vitalidad para afrontar la jornada laboral. Además, cualquier tipo de ejercicio es una excelente manera de desconectar tras un día de trabajo exigente, siendo una herramienta eficaz para reducir el estrés y la ansiedad.
5. Pausar las redes sociales para maximizar la productividad. Silenciar las redes sociales y notificaciones, e incluso activar el modo avión en el celular de manera regular durante la jornada laboral, es una estrategia efectiva para aumentar la productividad. Esto permite concentrarse completamente en las tareas pendientes, y una vez finalizadas, se puede disfrutar de un momento de distracción con el celular como recompensa.
6. Utilizar herramientas de comunicación efectivas. En los equipos remotos, mantener una comunicación constante y efectiva es clave para lograr los objetivos establecidos, evitar malentendidos y asegurar la productividad. Hay diversas plataformas que facilitan la organización del trabajo en equipo, junto con rutinas de reuniones periódicas que permiten planificar el día, gestionar proyectos, resolver dudas y fomentar la colaboración entre los miembros del equipo.
Sin lugar a dudas, la posibilidad de trabajar de forma remota ha sido una de las grandes conquistas que dejó la pandemia del Coronavirus para muchos trabajadores alrededor del mundo, y Chile no es ajeno a esta tendencia. En este nuevo contexto, la demanda de flexibilidad ha crecido significativamente, convirtiéndose en un requisito imprescindible para muchos colaboradores. Por esta razón, la flexibilidad se ha consolidado como uno de los factores más valorados por los trabajadores y un atractivo clave para el talento al momento de elegir una empresa.
“En la actualidad, muchas organizaciones están evaluando con mayor profundidad cómo será su modelo de trabajo a largo plazo y cómo esto afectará la disposición, el tamaño y el diseño de sus oficinas, así como otros aspectos relacionados con la ubicación, la disponibilidad, la funcionalidad y el mantenimiento de los espacios laborales. Estos factores están siendo cuidadosamente considerados por las empresas al tomar decisiones informadas sobre los formatos de trabajo, con especial atención a la necesidad de fomentar una mayor presencialidad en el entorno laboral. Esto es clave para facilitar la transmisión de la cultura organizacional, los encuentros, la creatividad, la generación de ideas colaborativas y otros aspectos que sólo surgen cuando los equipos interactúan cara a cara.”, agregó Andrea Ávila.