Los medios de pago digitales continúan su expansión y lo hacen consolidando nuevas fórmulas de pago en un entorno de crecimiento que se mantiene, desde su despegue en 2020 y, dentro del cual, gana terreno el pago móvil con el despliegue el año pasado de Apple Pay y la creciente digitalización de las tarjetas. Si bien la mayoría de los usuarios aún no identifican con claridad el impacto que tienen las diferentes alternativas de transacciones a nivel medioambiental, el 61,8% de la población bancarizada asocia el dinero en efectivo, como el medio más perjudicial para el planeta, muy por encima de las opciones electrónicas.
El contexto de los pagos digitales y su perspectiva social y ambiental es una de las tendencias que analiza en profundidad el XIII Informe de Minsait Payments sobre Tendencias en Medios de Pago, que la compañía de tecnología de pagos presenta todos los años y que constituye un punto de referencia para la industria de los pagos. Elaborado en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI), el informe recoge las opiniones de más de 4.800 personas internautas bancarizadas de España, Italia, Portugal, Reino Unido y Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y República Dominicana).
El efectivo sigue perdiendo presencia
En esta edición, el informe muestra cómo se generaliza el uso de los pagos digitales en Latinoamérica y en Chile va en aumento, ya que el 33% de los encuestados declara haberse incorporado a la digitalización de sus pagos en los últimos tres años.
En un mercado cada vez más marcado por la preocupación hacia la seguridad, el pago sin contacto (contactless) con tarjeta física es mayor en Europa que en Latinoamérica, excepto en Chile, que presenta un comportamiento parecido al de Italia o Portugal, registrando un 57% de la población que declara utilizar habitualmente el pago sin contacto al ocupar sus tarjetas. Un 27% lo hace de manera ocasional.
Así, el uso del dinero en efectivo se debilita y entre los medios de pago más utilizados por los chilenos, vuelve a destacar la tarjeta (81%), tendencia similar se registra en el resto de países analizados. Hoy, más del 95% de la población en Chile que está bancarizada, dispone de una tarjeta debito para realizar sus pagos, pero el aumento en la adquisición de las tarjetas prepago en el país, que paso del 37% al 59% en los últimos dos años deja en evidencia la relevancia de este producto. El 63% afirma tener una tarjeta de crédito, cuyo uso es menor, debido a la inflación y las altas tasas de interés que marcan el contexto actual y que incentivan a una utilización más cautelosa del crédito y abogan por la estabilidad y reducción de deudas.
Se constata, además, un incremento de la tarjeta virtual que, hasta ahora, estaba principalmente asociada a la modalidad de prepago, y se amplía su aplicación a las tarjetas de crédito y débito. En Chile, un 45% dispone de una tarjeta de débito virtual, un 27% tarjeta de crédito virtual y un 39% declara tener una tarjera prepago virtual.
Para pagos o compras online, los pagos desde cuenta se consolidan como el medio de pago más utilizado por el 77% de los chilenos, seguida de la tarjeta (50%). Opciones como los pagos con criptomonedas, en cambio son nulas o apenas utilizadas por la población, con apenas un 2%.
En este sentido, y con el fin de dar respuesta a las demandas de unos usuarios cada vez más digitales, desde Minsait Payments también constatan en su reporte la necesaria digitalización de los pagos en el punto de venta, sea cual sea este, como un clarísimo vector de crecimiento en el que concurren numerosas propuestas innovadoras sustentadas en la tecnología y en el tratamiento avanzado de los datos. El dinero en efectivo se mantiene en las pequeñas compras cotidianas, pero refleja un retroceso a favor de las opciones electrónicas.
Pagos transfronterizos y remesas
Entre los hábitos registrados, es especialmente destacado el avance de los pagos transfronterizos que, según refleja el estudio, se espera que alcancen los 250 billones de dólares a nivel global en 2027 (crecerán 100 billones de dólares en apenas una década). Pese a su crecimiento, este tipo de pagos entre países siguen siendo más lentos, costosos y opacos que los pagos domésticos y adolecen de ciertas fricciones aún por solucionar, como elevados costes, lentitud o falta de transparencia en los procedimientos.
Los expertos consultados por Minsait Payments estiman que las remesas son el flujo de pagos cotidianos con mayor capacidad de mejora gracias a la digitalización. En 2021, del total de remesas enviadas a nivel global, los países del Informe concentraron el 12,15%, realizadas mayoritariamente desde Reino Unido (4,31%, 33.000 millones de dólares), España (2,92%, 22.000 millones de dólares) e Italia (2,61%, 20.000 millones de dólares). Generalmente, tal y como se puede apreciar en el estudio, los países económicamente más desarrollados contribuyen más al ser receptores netos de migrantes.
Lo que se demanda
El Informe de Minsait Payments identifica otras variables necesarias para el avance y crecimiento de la industria de los pagos en los próximos años. La inmediatez de las transferencias digitales más cotidianas es una premisa ineludible para el sector y un objetivo de política pública en prácticamente todos los países analizados, que sienta las bases para la inclusión financiera y la necesaria eficiencia en las operaciones, otra de las tendencias identificadas.
De acuerdo a Minsait Payments, son la seguridad, la facilidad de uso, la gratuidad y la rapidez, en ese orden, los principales factores que determinan la elección de un medio de pago, y el aumento de los riesgos y vulnerabilidades el mayor desafío que presenta el sector para los próximos cinco años según subraya la mitad de los agentes consultados. El estudio insiste por ello en el aumento de valores como la seguridad y abre una ventana de oportunidad para los servicios en la nube o la aplicación de inteligencia artificial en la prevención del fraude.
Un escenario de oportunidad en el que tendencias como el Open Finance avanzan, pero lo hacen condicionados por muchas de las limitaciones aún presentes. Según los analistas consultados en el Informe de Minsait Payments, las finanzas abiertas habrán de esperar a 2030 para convertirse en un verdadero estándar del mercado financiero, tanto en Europa como en Latinoamérica. A día de hoy, la multi bancarización, como paso previo, ya es superior en Latinoamérica que, en Europa, en Chile la proporción de personas con más de una cuenta bancaria llega al 64%.
Acceso al informe completo: https://www.minsaitpayments.com/recursos/informe-2024