Ipsos, empresa líder en investigación de mercados y opinión pública, divulgó su informe N°42 “Claves Ipsos”, que encuestó a 1.000 personas con el fin de identificar las principales opiniones y comportamientos de las y los ciudadanos respecto de temas de interés para el país. En esta edición, el informe fue desarrollado en conjunto con Fundación Espacio Público, abordando la salud en Chile y la reforma al Sistema de Salud.
Salud, agenda pública y reforma al sistema
En un contexto donde la seguridad pública se impone como el principal tema en la agenda pública, la salud y, específicamente, el estar afectado por un servicio de salud es indicado por el 19% como uno de los tres principales problemas que le afectan. Y son las mujeres quienes declaran estar más afectadas (24%).
El 77% de las personas consultadas considera que es muy importante que el Congreso concrete reformas al sistema de salud (público y privado). Lo que sumado a quienes creen que es bastante importante alcanza a 96%. Y 71% cree que el acuerdo para estas reformas no se ha logrado por falta de acuerdos políticos para impulsar cambios.
Respecto de las mejoras más urgentes al Sistema de Salud, éstas variaron según el sistema de salud de la persona: Quienes están en Fonasa indicaron a los tiempos de espera para consultas, exámenes o cirugías (66%) y a la disponibilidad de especialistas en su comuna (47%). Mientras que quienes están en Isapres indicaron a la cobertura de gasto en medicamentos (42%), la reducción de los copagos (38%) y la disponibilidad de especialistas en sus comunas (38%).
“En materia de salud, las personas se sienten muy desprotegidas, lo que genera altos niveles de incertidumbre al pensar en cómo enfrentarían una crisis de salud. Por tanto, el consenso es transversal en todos las edades, niveles socioeconómicos o géneros respecto de la necesidad de reformar el Sistema de Salud. Las necesidades en salud de las personas apuntan a obtener atención oportuna y de calidad”, indica Alejandra Ojeda Mayorga, Directora de Estudios Públicos de Ipsos Chile.
“La encuesta muestra que las personas asignan una alta importancia a que el Congreso y los actores políticos sean capaces de llegar a acuerdos para reformar el sistema de salud. Al mismo tiempo, vemos brechas importantes según género y tipo de seguro: las mujeres y quienes están en Fonasa reportan un peor estado de salud y una evaluación más crítica sobre la oportunidad y disponibilidad de la atención”, señala Benjamín García, Director Ejecutivo de Espacio Público.
Experiencia en Salud
47% de las personas consultadas están insatisfechas con la disponibilidad de atención de salud oportuna tanto a nivel personal como para su grupo familiar, siendo sólo 21% quienes se encuentran satisfechos. Entre quienes están más satisfechos están las personas que están en Isapres (44%) comparativamente con las de Fonasa (18%).
A lo que se agrega que a 66% de las personas consultadas les preocupa mucho tener recursos necesarios para enfrentar un problema grave de salud o un accidente. Mientras que al 30% no les preocupa principalmente porque se atienden gratis en el sistema público.
Sólo 11% de las personas consultadas se sienten protegidas por su sistema de salud frente a una enfermedad grave o accidente, mientras que 72% se sienten desprotegidas. La sensación de desprotección es más alta entre mujeres, niveles socioeconómicos medios y bajos, y entre quienes están en Fonasa.
El nivel de información sobre diversos temas del plan de salud no supera al 40%. Lo más conocido son los tipos de atención a los que se puede acceder (40%), mientras que el copago es el aspecto con menos información (29%). Quienes están en Isapres se manifiestan mucho más informados sobre diversos aspectos de su plan comparativamente con Fonasa.
Altos costos de medicamentos
Durante el último año, 29% de las personas consultadas dejó de tomar alguna dosis de medicamento debido a su alto costo. Esta situación fue aún más frecuente en los niveles socioeconómicos medio y bajo, donde la cifra alcanzó un 33%.
Entre quienes interrumpieron su tratamiento por razones económicas, lo más habitual fue eliminar dosis de forma ocasional (51%) o en una única oportunidad (21%). Esta conducta reflejó una estrategia de ajuste frente a la dificultad de costear los medicamentos de manera continua.
Las personas afiliadas a Isapres se declararon mucho más informadas en comparación con quienes pertenecían a Fonasa, lo que evidenció una brecha en promedio del 20% de comprensión de la información.