La construcción liviana en seco (CLS) se ha posicionado con fuerza en la apuesta inmobiliaria nacional gracias a que permite reducir riesgos y residuos a la vez que aumenta la precisión en la estimación de costos y plazos. A pesar de ello, aún existen concepciones erróneas sobre los límites que tiene este tipo de construcción, donde la volcanita es uno de los materiales con mayor protagonismo.
Desde sus inicios la Volcanita no está diseñada para la exposición a intemperie. Sin embargo, son tantos los beneficios de este tipo de construcción que la industria ha diseñado nuevas soluciones para adaptarse a las necesidades constructivas. “Para resistir la exposición exterior desarrollamos Volcoglass, una placa como la volcanita en base a una tecnología de aditivos especiales y revestida en sus dos caras por un velo de vidrio con una terminación a base de pastas cementicias acrílicas reforzadas con mallas. Esto último se puede complementar con aislación térmica EIFS. El resultado es una “Volcanita” resistente a lluvias, humedad, moho, rayos UV, impactos e incluso fuego” afirma Ricardo Fernández gerente técnico y desarrollo sostenible de Volcán.
Otra de las percepciones erróneas es que la tabiquería interior de volcanita no sirve para resistir grandes cargas, sin embargo, esa limitación hace tiempo que ya no existe gracias a la línea de volcanita Habito, una placa de yeso con aditivos especiales y cartón de alto gramaje, que permite gran capacidad de carga, directamente a la placa, además de presentar alta durabilidad. “Esta placa está pensada para generar tabiquería con alta resistencia a las cargas puntuales, que entregue flexibilidad al diseño de los espacios; entre sus cualidades resalta la alta resistencia al colgado de objetos pesados directamente a la placa, como tv, muebles de cocina, vanitorios, entre otros. Es tan resistente que cada fijación aguanta 30 Kg y se instala directamente a placa Habito, sin tarugos ni refuerzos. Facilita además el armado de tabiquería y particiones en casas, departamentos y en otros proyectos como remodelaciones, retail, comercio, colegios, oficinas y hospitales”, afirma el experto de Volcán, empresa de soluciones constructivas que es pionera en este método
En cuanto a la eficiencia hídrica, Fernández destaca que este proceso constructivo destaca por su bajo consumo de agua: “El tabique construido con una solución de CLS -con dos volcanitas por lado- consume menos de la mitad de agua que una misma superficie de hormigón armado de 20cm. Esto repercute en su peso, que puede ser de hasta el 10% lo que pesa el sistema convencional de construcción, reduciendo considerablemente el riesgo de colapso frente a estructuras más pesadas, que sometidas al movimiento exigen más la estructura y las fundaciones”.
Al ser Chile un país sísmico, la resistencia de las construcciones a este tipo de eventos es una prioridad, y aquí es donde la Construcción Liviana en Seco vuelve a derribar otro mito, ya que sus características estructurales la hacen altamente resistente a los terremotos. “Además de ser una técnica que minimiza el consumo de agua en la obra, tiene una alta resistencia sísmica por ser un método de construcción en base a elementos muy livianos, lo que implica menos esfuerzos para la estructura (fundaciones, pilares, vigas, etc). Destaca por generar estructuras compartimentadas, con un mejor comportamiento sísmico debido a su baja masa y una gran capacidad de aislación térmica y sonora. Es debido a esta última característica que se utiliza mucho en edificaciones eficientes, ya que reduce el consumo de energía dedicado a climatización”, afirma el gerente técnico y desarrollo sostenible de Volcán.