Una grave crisis es la que enfrenta actualmente la pequeña minería del país y que se relaciona con varios factores que necesitan ser abordados urgentemente por las autoridades a cargo, para evitar la debacle del sector.
Así de crudo es el análisis que hicieron representantes de la actividad en su primer Congreso Nacional que se realizó en Taltal, y que contó con la asistencia de dirigentes gremiales desde Arica a Valdivia, zonas donde se desarrolla la pequeña minería en Chile, así como con la presencia de algunos parlamentarios del norte del país.
El presidente de la Asociación Gremial de la pequeña minería de Taltal, Iván Pavletic, explicó que actualmente enfrentan un escenario catastrófico debido a varios factores como lo es el aumento de la inflación, lo que repercute en el precio de los insumos que requieren para sus labores, la baja en el precio del cobre, puesto que los valores de venta de sus minerales se basan en un promedio mensual de sus precios en el mercado internacional, el cual viene a la baja durante este período, a lo que se suma la falta de modernización de la Empresa Nacional de Minería (Enami), entidad estatal que fue creada en la década de 1960 y que nunca ha sido modernizada.
Todas estas problemáticas inciden que desde este mes de agosto sus ingresos por la venta del mineral bajarán en un 40% en promedio, lo que les significará tener que despedir trabajadores, con todo el impacto social que eso implica. “Nuestro sector da trabajo a más del 10% de los trabajadores de la minería a nivel nacional y le damos empleo, en general, a aquellas personas que no pueden acceder a puestos en la gran minería, ya sea por edad porque sobrepasan los 50 años o porque son personas que no tienen estudios, pero que igualmente remuneramos con buenas rentas. Ese es el costo concreto que nos está significando esta crisis”.
Al respecto, comentó que justamente decidieron organizar este primer encuentro a nivel nacional ante la eventual debacle de la actividad, puesto que el canal formal para plantear estas inquietudes que es el vicepresidente de Enami, Jaime Pérez de Arce, no les ha dado ninguna respuesta al respecto. “El día 21 de julio le enviamos una carta exponiendo esta compleja situación que estamos viviendo y a una semana aún no tenemos respuesta ante algo que es urgente. Vamos a tener que despedir a parte de nuestros trabajadores en este escenario de crisis y pareciera que a ninguna autoridad le importa”, puntualizó.
Sobre el punto, expuso que existe una Ley de Estabilización del Precio del Cobre que le permite a los pequeños mineros acceder a préstamos para subvencionar la actividad cuando el precio del metal baja, pero que dicha norma fue mal elaborada y ello repercute que en la actualidad no puedan acceder a ese apoyo. “Existe un fondo de USD 54 millones aproximadamente, pero nosotros no podemos ocuparlo, por defectos en cómo se hizo la ley. Ahora, esta ayuda no es gratuita, porque cuando el precio mejora, nosotros debemos pagar este préstamo a Enami, con los intereses correspondientes, y hemos sido muy buenos pagadores, pero ahora igualmente nos vemos en esta situación totalmente desprotegidos”, destacó.
“La pequeña minería siempre ha querido poder dar mayor fomento a esta actividad, mejorar nuestra productividad, mejorar nuestro aporte a la comunidad, mejorar los pagos a nuestros proveedores, y mejorar nuestros estándares medioambientales, pero siempre hemos estado invisibilizados para las autoridades y dependiendo de una Enami que se quedó estancada a mediados del siglo pasado”, agregó.
Como ejemplo, señaló que actualmente siguen moliendo las piedras de mineral de forma manual, es decir, “chancándolas con un macho” porque Enami no recibe rocas mayores a 8 pulgadas, lo cual afecta directamente sus niveles de productividad y deteriora la fuerza de trabajo con la que cuentan. “La fundición de Ventanas se perdió porque el Estado nunca invirtió en el tema medioambiental y sus pocas mejoras después se las cobró a los mismos mineros que la utilizan. El Estado la dejó abandonada, además de endeudarla, ya que pidieron préstamos internacionales respaldándose en utilidades anticipadas. A ninguna empresa de fomento productivo se le endeuda en base a sus utilidades”, enfatizó.
Por otra parte, explicó que actualmente la Enami tiene un tremendo capital, ya que posee el 10% del yacimiento de Quebrada Blanca, que es de gran tamaño. “Si no hay recursos para modernizarla, se puede pedir un préstamo a nivel internacional para poder construir una fundición nueva y modernizar a Enami, pero esta situación que se arrastra hace décadas ya no se puede sostener”.
Otro punto no menor “es el valor que la entidad les sigue cobrando por concepto de ácido sulfúrico, que se utiliza en el tratamiento de los minerales lixiviables, químico que desde hace ya tiempo se extrae desde los mismos minerales, ya que es un subproducto de los mismos, pero a nosotros nos siguen cobrando por ese concepto”. Otra demanda del sector, es que Enami pueda también flexibilizar los pagos de los préstamos vigentes, dada la crisis que están atravesando.
“Este pliego de peticiones se lo queremos entregar directamente al Presidente de la República, porque pese a la importancia que tenemos en la economía nacional, nunca nos han dado importancia que tenemos”, sostuvo.
Al encuentro asistieron la senadora Paulina Núñez (RN), la diputada y presidenta de la Comisión Minera y Energía de la cámara baja, Yovana Ahumada (PDG), y el senador de la Región de Atacama, Rafael Prohens (RN), quienes tomaron el compromiso de poder apoyarlos desde el Congreso para impulsar las reformas legales que puedan mejorar la Ley del Fondo de Estabilización del Cobre.