“Los profesores se enfrentan actualmente con alumnos que, terminando su cuarto año de Educación Básica, nos saben leer ni escribir correctamente”, afirmó la académica de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Talca, Marianella Flores.
La especialista, quien es jefa de carrera de Pedagogía en Educación General Básica Mención Inglés, señaló que, “el sistema escolar chileno actualmente, enfrenta la recuperación de los aprendizajes, que fueron débilmente desarrollados, producto del cierre de escuelas durante la pandemia, especialmente en las habilidades lectoescriturales de los más pequeños”.
Flores sostuvo que, en épocas normales, “los niños que pasaban de primero a segundo año básico ya iban con un retraso del 40% en el proceso de lectoescritura. Por lo tanto, el porcentaje en época pandémica debería haber aumentado a un 50% o incluso hasta el 60% del total de alumnos”.
Esta realidad se ve reflejada en los informes de los estudiantes de la propia Universidad, quienes se encuentran con esta situación en sus prácticas. “Reportan que muchos alumnos de cuarto básico aún están en etapa de ejercitación de lectura silábica y conciencia fonológica”, indicó la directora.
De acuerdo a la académica, los porcentajes serían mayores si se consideran los espacios que son aulas multigrados, unidocentes o escuelas rurales, porque “solo algunos de los profesores tuvimos la suerte de poder acompañar a los niños mediante la virtualidad, pero hubo territorios en Chile donde no se logró hacer clases online, porque no existía conectividad”, manifestó.
“Esos niños saltaron, por decirlo de algún modo, de primero básico antes de la pandemia a cuarto básico este 2022”, puntualizó.
Responsabilidad Familiar
Por esta situación, la académica reiteró la necesidad que las familias se involucren con los procesos de aprendizaje de los menores.
“Los profesores tenemos responsabilidad en el proceso de lectura y escritura de los niños, y lo hacemos con gusto y con cariño, pero no basta, porque el hábito y el gusto por leer y escribir se inculcan desde la casa y la familia”, afirmó.
“La escuela necesita de la colaboración de los padres. La relación no es un binomio niño + profesor, sino que debe ser niño + profesor + familia”, precisó.